Messi, la pesadilla del Arsenal
Firme en la Premier e irregular en Europa, el equipo londinense aún recuerda el 4-1 que el endosó le Barça la pasada temporada
No necesitaba Messi partido alguno que le encumbrara, dueño como era ya del Balón de Oro y del título de mejor jugador del mundo. Por si acaso, aquella noche de abril en el Camp Nou su exhibición fue imperial. Cuatro goles marcó, todos los del Barça, que pasó por encima del Arsenal en cuartos de final. El Inter de Mourinho, en semifinales, apagó la luz de la fiesta azulgrana.
El Arsenal parece hoy un equipo más confiado en sus posibilidades del que era el pasado curso. Su marcha en la Premier, donde viaja en el segundo puesto, así lo atestigua. Acaba de perder el liderato por culpa de un gol de Park, quer desalojó a los londinenses de tan privilegiado puesto, al que se aupó el Manchester United.
El equipo ha respondido pese a la pérdida de confianza de su técnico, Arsene Wenger, en el portero español Almunia, que ha dejado el puesto a favor de Fabianski, y, sobre todo, pese a los problemas físicos de Cesc. Pero los goles de Nasri (ocho) y del joven Chamakh (siete) le han disparado en la Premier.
No ocurre lo mismo en la Liga de Campeones, en la que el equipo se ha colado en los octavos merced a la victoria en la última jornada ante el Partizán (3-1) cuando tenía un pie fuera. Ni siquiera ha sido capaz de terminar primero de grupo, superado por el Shakhtar.
El castigo por tan irregular trayectoria le acaba de caer como una losa: su enfrentamiento con el Barça, el equipo al que en Londres no querían ver ni en foto. Y a Messi, ni en pintura.
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