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Reportaje:

La redención del solista

Tras su volcánica salida de Barcelona, Ibrahimovic se reencuentra en el Milan de Allegri.- "Si sigue así, igualará a Van Basten", asegura Sacchi, uno de sus principales detractores.- "Ha madurado, ahora es un futbolista moderno", subraya el italiano

Ibrahimovic está de vuelta. Atrás queda la estela ramplona e indemne que dejó el gigantón sueco en la recta final de su etapa en Barcelona, donde su exacerbado ego y su escasa conexión con sus compañeros sobre el terreno de juego le condujeron a Guardiola a mostrarle la puerta de salida. "Es un filósofo. Ha roto mi sueño de triunfar en el Barça y ahora quiero recuperarla en otro equipo", clamó Zlatan. Tras una compleja operación, fraguada al calor de la gastronomía catalana, Sandro Rosell selló un acuerdo con Adriano Galliani para ceder al jugador al Milan por un año.

Allí, desencorsetado, mimado por el técnico Massimo Allegri y la hinchada de San Siro, el delantero no solo ha recuperado su mejor versión sino que ha sufrido una metamorfosis que le ha transformado en un futbolista más completo.

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Así lo reconoce Arrigo Sacchi, otrora uno de los grandes detractores del sueco y al que hoy día no le tiembla el pulso para ensalzar al ariete, de 29 años. "Sí, ha madurado", apunta. "Ha regresado de su periplo en Barcelona con el deseo de redimirse y eso le ha permitido explotar todas sus posibilidades", incide el ex entrenador milanista en una columna publicada esta semana en La Gazzetta dello Sport.

La alargada sombra de Van Basten

Sacchi, generador del revolucionario Milan de finales de los ochenta, no duda además en situarle a la altura de Marco Van Basten, estilete de aquel equipo y uno de los delanteros más exquisitos de la historia. "Quizá no sea justo juzgar si es mejor Ibra o Marco. Tal vez Van Basten era más elegante y se echaba el equipo a la espalda", señala, "pero ahora Ibra colabora en la fase defensiva y en la ofensiva no utiliza solo la potencia física y técnica, sino que se mueve de forma acorde al equipo", remarca el italiano.

No pensaba lo mismo hace poco más de un año, cuando en otro artículo puso en tela de juicio su multimillonario traspaso al Barça. "Es potencialmente el mejor del mundo, pero hasta ahora se ha mostrado fuerte con los débiles y débil con los fuertes", expuso entonces. Unos meses después, tras la eliminación europea contra el Inter en la que el jugador estuvo perdido sobre el césped, volvió a arremeter contra él. "Lo de Ibra y el Barça era un boda difícil. Un solista no puede tocar en una orquesta. Es un gran solista, pero le cuesta amoldarse a los otros", subrayó.

Un futbolista "moderno"

Como piedra de toque del último proyecto del Milan, Zlatan ha conseguido invertir la reflexión del ex preparador. "Su capacidad para desmarcarse ofrece soluciones geniales y eficaces. El Ibra del Inter era determinante, pero nunca fue un jugador moderno como lo es ahora. Hoy es, junto a Messi y Cristiano Ronaldo, el futbolista más decisivo", señala Sacchi, que augura sin tapujos que "si sigue de este modo igualará a Van Basten en triunfos internacionales y reconocimientos individuales".

Más allá de cuestiones estéticas o galardones, los datos lo corroboran. Esta temporada, Ibra promedia 0,61 goles por partido. En total, 13 dianas, ocho asistencias y 1.314 minutos repartidos en 21 encuentros, en los que ha vuelto a trazar escorzos imposibles similares a los del holandés. "Me veo en él. sobre todo por la estructura física. Ibrahimovic tiene una potencia increíble, pero también una buena técnica", matiza el de Utrecht, que, no obstante, luce un palmarés internacional (dos Champions y dos Intercontinentales) e individual (tres Balones de Oro por ninguno del sueco) mucho más fructífero que de Malmoe.

Fabuloso... y díscolo

"Ha madurado y ha pasado de ser un solista a un jugador de equipo", sentencia Sacchi, que pese a los elogios mantuvo un elevado intercambio dialéctico con él tras un partido europeo contra el Auxerre. Durante la retransmisión, el italiano ironizó sobre la talla 47 de pie del sueco y la broma llegó a oídos del jugador, que en la conexión posterior sacó a relucir su vena balcánica. "Sacchi debe aprender a callarse", afirmó. "Creo que puedo dar mi opinión de forma educada", le reprendió el segundo.

"Si tienes algo que decir, dímelo a la cara", contrarrestó Zlatan, autor de 89 goles en la Serie A. Pese a los intentos del presentador por interceder y a la voluntad de Sacchi por apaciguar los ánimos, la tensión creció. "Si no te gusta como juego, no mires. Ya hablabas mucho cuando estaba en Barcelona, pero no tienes nada que explicarme", zanjó el futbolista, genial y díscolo a dosis iguales. Este año, Ibra ha protagonizado otros dos altercados. Primero pegó una patada a su compañero Strasser durante un entrenamiento y recientemente llegó a las manos con Onyewu. Algunas cosas cambian. Otras no.

Ibrahimovic, durante una rueda de prensa.
Ibrahimovic, durante una rueda de prensa.AFP

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