Los duelos: seda contra un mazo
Barça y Madrid, con Messi y Cristiano Ronaldo como iconos, llegan en su máximo esplendor al clásico.- El choque del Camp Nou ofrecerá duelos muy equilibrados en todas las líneas del campo.- La verticalidad de los futbolistas blancos contrasta con el juego hilvanado de los azulgrana
Salvo que haya un golpe de efecto a última hora, Barça y Real Madrid saltarán al césped del Camp Nou con todo. Tanto Guardiola como Mourinho han moldeado un once base, aunque el portugués, intervencionista por naturaleza, podría plantear alguna alternativa táctica (sacrificar un hombre en ataque para reforzar el centro del campo) y reservarse un as en la manga como ya lo hiciera en su última visita con el Inter al coliseo azulgrana. Aquella noche, Eto'o, un 9 puro, se vació en el carril derecho.
El entrenador catalán, mientras, seguirá fiel a su esquema. El papel de Busquets, que en ocasiones termina incrustado entre los centrales para sacar la pelota, o la disposición de los tres hombres de ataque, con la posibilidad de que Messi se retrase a la mediapunta, son las únicas incógnitas en un planteamiento innegociable no exento de versatilidad. Eso sí, el técnico de Santpedor repite muy pocas veces equipo y tan solo ha alineado su teórico once tipo en dos ocasiones esta temporada. La batalla, en los banquillos y en el césped, está servida.
Víctor Valdés - Casillas
Ambos llegan en un extraordinario estado de forma al clásico. Después de algunos altibajos, el capitán blanco recuperó su mejor versión en el Mundial y también ha comenzado la temporada de forma espectacular. Es el portero que menos goles encaja en Liga (6 frente a los 8 del azulgrana) y ha vuelto a deleitar al Bernabéu con intervenciones prodigiosas. El catalán, por su parte, también es un muro. Interviene más que Casillas (una parada cada 35 minutos frente a los 49 del madridista), pero bloca menos el esférico (22 contra 13). Ante el Racing paró un penalti.
Dani Alves - Sergio Ramos
Dinamita en el costado derecho de los dos equipos. El brasileño es un pura sangre que contribuye en la destrucción, la creación y que pisa la línea de fondo con la asiduidad de un extremo (91 centros al área frente a los 21 de su rival). El andaluz, mientras, ha mejorado tácticamente con Mourinho y aunque se incorpora menos al ataque ha ganado solidez defensiva. Ha recibido dos tarjetas amarillas (por una de Alves) y recupera más balones (113) que el azulgrana (75).
Puyol - Carvalho
Imprescindibles, aportan contundecia, despliegue físico y liderazgo en la zaga. El capitán del Barça es incombustible. A sus 32 años, continúa siendo el alma de su equipo y un fijo para Guardiola (acumula 772 minutos en Liga). El portugués, que se estrena en un clásico, manda y dispone en la retaguardia blanca con la autoridad de un mariscal. Al igual que en el Oporto y el Chelsea, conserva su llegada (dos goles por uno de Puyol) y su poderío en las acciones a balón parado.
Piqué - Pepe
Pese a su envergadura, cometen muy pocas faltas (12 y 10 respectivamente), aunque ambos ya han sido expulsados una vez. La anticipación es una de sus grandes virtudes (102 y 96 balones recuperados cada uno) y son inexpugnables en el juego aéreo, ya que merodean el 1,90. El joven central azulgrana es esencial en la construcción del juego y una alternativa para desatascar los partidos frente a defensas muy férreas. Su duelo con Cristiano Ronaldo sacará chispas. Pepe, que también tiene una buena salida de balón, es imponente en el cruce y esencial en las ayudas gracias a su atlética zancada.
Abidal - Marcelo
Las lesiones han pasado factura este año al francés, al que en ocasiones su técnico ha reclutado para el eje y cuyas ausencias han sido cubiertas con plenas garantías por Maxwell. Su proyección ofensiva ha aumentado y se ha moderado en el cuerpo a cuerpo con los delanteros. El brasileño, por su parte, se ha consolidado en el carril izquierdo del Madrid. Con Mourinho ha madurado, tiene más continuidad (1.112 minutos en Liga por 572 del galo), defiende como nunca (95 pelotas recuperadas) y le gusta pisar el área rival para asistir (12) a sus compañeros.
Busquets - Khedira
Con un sentido táctico único y una capacidad para leer los partidos impropia de un futbolista de su edad (22), el azulgrana barre todo el centro del campo e inicia las transiciones defensa-ataque. Roba menos balones que el alemán (53 frente a 67) pero tiene más peso en el juego ofensivo y pierde menos el esférico (41 a 53). El madridista, un stopper en toda su expresión, hace el trabajo sucio en la medular y otorga más libertad creativa a su pareja de baile, Xabi Alonso. Pese a la exigencia física de su demarcación, ambos tienen su expediente de tarjetas inmaculado.
Xavi - Xabi Alonso
La trascendencia de ambos en el juego colectivo es superlativa. El catalán es la piedra de toque del Barça, su motor en la generación del juego ofensivo. Controlados los problemas en los tendones que han obligado a dosificarle (720 minutos), afronta el clásico con garantías. El 14 blanco, mientras, es la prolongación de Mourinho sobre el terreno de juego. Dirige, recupera (121) y construye con precisión quirúrgica (de 942 pases, 767 correctos). Sus desplazamientos en largo son majestuosos.
Iniesta - Özil
Dos magos, dos virtuosos de la pelota. Su silencio más allá del césped contrasta con la locuacidad que desprenden con el balón en los pies. Después de un año agitado, torturado por las lesiones, el azulgrana se ha reencontrado consigo mismo tras el gol catártico de la final del Mundial. Acumula 1036 minutos y pese a su aparente fragilidad, cuenta con 41 recuperaciones. El alemán, por su parte, es capital en el engranaje de Mourinho. Dribla con el esférico cosido a la bota, asiste (5) y se asocia a la perfección con los delanteros. Pocas veces falla en el pase (428 buenos).
Pedro - Di María
Electricidad a raudales. Tanto el azulgrana como el madridista aportan a sus técnicos un juego incisivo, directo, imprescindible para abrir el campo e imparable en el mano a mano. El canario ha recuperado el gol en los últimos partidos y se aproxima a la versión que maravilló el año pasado. Al igual que el argentino, casi siempre sale airoso en el regate con ambas piernas. Mientras, el madridista atesora una zurda cerrada, volcánica, que ha decidido ya varios encuentros y asiste con precisión (5, por 4 de su rival).
Messi - Cristiano Ronaldo
Todas las miradas estarán centrados en ellos, en permanente pulso hegemónico. Sus cifras son vertiginosas, pero ambos encaran el duelo con asignaturas pendientes. El 10, pletórico en los clásicos, excelso de cara a portería (13 dianas en Liga, 6 en Champions y 1 en Copa), todavía no ha marcado a un conjunto dirigido por Mourinho. El luso, insaciable y letal, nunca ha perforado la portería del Barça. Su pierna derecha (90 disparos) es un cañón y focalizará gran parte de la ira del graderío.
Villa - Higuaín
Artilleros por definición, de gatillo ligero, no dudan en armar la pierna para ejecutar al meta rival. El ariete azulgrana, que se mueve en todo el frente de ataque, remata una vez cada 16 minutos, mientras que el argentino lo hace una vez cada 37. Sin embargo, su promedio realizador es mejor (un gol cada 144 minutos por un tanto cada 156 del asturiano), aunque en partidos de altos vuelos tiende a errar en la finalización. Villa debutará en un clásico, pero ya sabe lo que es noquear al Madrid durante su etapa en el Valencia.
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