La quinta vía
Marcelo, "el mejor lateral zurdo del mundo" para Mourinho, recupera el triple de balones que hace un año y actúa como extremo tapado
Las principales vías de ataque del Madrid son cinco, siguiendo el viejo esquema: por el carril del 10 Cristiano, por el carril del 9 Higuaín, por el carril del 7 Di María, por el carril del 8 Özil y por el carril del 11 un duende mulato, de ojos saltones, despeinado y risueño, de carrera equilibrada, recorte natural, manejo, disparo, predisposición alegre y una experiencia acumulada que acrecienta su valor cada día. Se llamaba Marcelo, es brasileño y para José Mourinho, su entrenador, es el mejor lateral izquierdo del mundo.
Mientras los focos iluminan a los famosos, buena parte del clásico se resolverá en las orillas más sombrías. En uno de estos sectores marginales Marcelo se medirá a Pedro y a su compatriota Dani Alves. En juego estará el control del flanco izquierdo del Madrid y el derecho del Barça. Y tanto en los ataques como en las maniobras defensivas, Marcelo será una pieza siempre activa.
El defensa ha convencido al técnico, que dijo que no le gustaba
Lo fichó un bohemio italiano llamado Franco Baldini, ex futbolista, ex director general del Roma, lector de Platón y enemigo declarado del temido Luciano Moggi, que en 2006 se convenció, antes que nadie, de que el pequeño pistón del Fluminense era un genio. Baldini trabajó en el Madrid colaborando con Pedja Mijatovic. Cuando Calderón despidió a Fabio Capello, acabó marchándose a Inglaterra, donde ahora es la mano derecha del seleccionador italiano. Su legado en el Madrid no es pequeño: Higuaín y Marcelo.
"No hay laterales izquierdos", repetía el director general madridista, Jorge Valdano, el año pasado; "en el mercado no se encuentran mejores especialistas que Marcelo". Bajo esa premisa, el Madrid desistió de reforzarse en esa posición. Hasta que llegó Mourinho y dijo: "No me gusta". Durante algunas semanas, en el verano pasado, los dirigentes del club tantearon la posibilidad de contratar a Coentrao, del Benfica, y Kolarov, del Lazio. Resultaron demasiado caros y Marcelo acabó haciéndose con el puesto. Mourinho no se arrepintió. "Al principio no estaba muy convencido", admitió. "Pero me he dado cuenta de que tengo al mejor del mundo".
Marcelo es un jugador complejo. Posee las cualidades de los antiguos extremos: es rápido, recorta bien, y cumple a la perfección con la tarea de asistir a los delanteros. Para Marcelo, meter un centro no equivale a cumplir con el expediente. Cuida la pelota.
Sabe alcanzar la línea de fondo, sabe tirar paredes, y sabe filtrar un pase mirando al destinatario. Cuando llegó al club, con 18 años, no había desarrollado el sentido de la marca. Sin embargo, él se siente un defensa. Le ocurre como a Roberto Carlos. Esta temporada Mourinho se ha encargado de pulir su sentido táctico. Sube menos que antes, pero roba más. El curso pasado, con Manuel Pellegrini, fue el futbolista del Madrid que más pases de gol dio: ocho. Este año no ha logrado ninguna asistencia pero suma 95 recuperaciones en 12 partidos frente a las 164 en 35 de la última temporada. Casi triplica su eficacia defensiva. Sin embargo, Mourinho no le descarta para las aventuras en campo contrario. El entrenador le reserva como alternativa ofensiva, no solo para alimentar a Cristiano Ronaldo en las salidas al contraataque. Es la quinta vía. El encargado de dar el zarpazo por sorpresa.
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