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CIBONA 75 -REGAL BARCELONA 94

Ricky Rubio, como nuevo

El base azulgrana recobra su mejor versión para desencajar al frágil Cibona

No había un rival mejor para que el Barça tomara carrerilla y recuperara a varios jugadores anestesiados. Resulta que el Cibona Zagreb, un histórico sumido en una acuciante crisis deportiva ?cuenta los seis partidos de la liguilla por derrotas? y económica, fue un adversario combativo pero pusilánime, con defensa blandengue y el tiro atrofiado. Lo aprovechó Fran Vázquez, intratable bajo el aro; lo disfrutó Ingles, excelente en el tiro a media distancia; y lo reventó Ricky Rubio (18 puntos), que está como nuevo, tras un inicio de curso discreto, desacertado en la construcción, menos efectivo en defensa y un tanto acelerado en el tiro. Anoche se desquitó.

Arrancó el Barça con fiereza, predispuesto a olvidar las dos últimas derrotas (Montepaschi Siena en la Euroliga y Caja Laboral en la ACB) y recobrar el tono competitivo que le aupó a lo más alto en el curso anterior. Ricky engrasado en la distribución, el robo y el tiro, al tiempo que Ingles se posicionaba como un delicioso lanzador, de buen ojo y mejor muñeca. 4-11 como aperitivo y con la completa aquiescencia del Cibona, endeble en la fase defensiva, negado bajo los aros y excesivamente frágil en lo psicológico. No ayudaba el croata Bogdanovic, que se empecinó en subir la pelota, marcar las jugadas, alentar al público, protestar cualquier cosa... y, sobre todo, lanzar todas las bolas posibles, despistado ante los movimientos de sus compañeros; cegado en enfilar hacia la canasta. Es un genio que recordaba en pequeñas dosis al malogrado y maravilloso Drazen Petrovic ?el ídolo nacional, hasta el punto de que así se llama el pabellón?, pero que no entiende o no le interesa comprender el juego colectivo. Todo un cañón. Tan individualista como predecible.

CIBONA 75 -REGAL BARCELONA 94

Cibona (13+23+21+18): Vragovic (6), Bogdanovic (26), Zubcic (7), Johnson (6), Radosevic (14) -cinco inicial-, Pasalic (5), Vrbanc (5), Delas (6) y Smajlagic (-).

Regal Barcelona (24+20+27+23): Rubio (18), Grimau (8), Ingles (16), Lorbek (9), Fran Vázquez (14) -cinco inicial-, Morris (15), Sada (4), N''Dong (10), Lakovic (-) y Aparicio (-).

Árbitros: Cerebuch (ITA), Chiari (ITA) y Jasevicius (LTU). Sin eliminados.

Incidencias: 5.000 espectadores han asistido al encuentro, correspondiente a la sexta jornada de la primera fase de la Euroliga, disputado en el Centro de Baloncesto Drazen Petrovic de la capital croata.

Tres minutos antes de que el partido llegara al descanso, los ruidosos aficionados croatas que llenaban las gradas del pabellón han enmudecido en protesta por la delicada situación económica del equipo. Posteriormente han continuado con sus cánticos de ánimo durante el resto del partido.

El Barça, en cualquier caso, tampoco está para tirar cohetes, envuelto en incertidumbres y castigado por las lesiones de tres jugadores capitales. Faltaba la intensidad y los múltiples recursos de Mickeal en las dos canchas, la aportación defensiva y la facilidad para engatillar desde el perímetro de Basile y, sobre todo, la metralleta y criterio ofensivo de Navarro. Demasiados agujeros. Así que tres triples consecutivos del Cibona ?dos del sorprendente pívot Delas y otro de Bogdanovic? fueron un trago amargo de difícil digestión. Casi tanto como los tres minutos de silencio absoluto que protagonizó la afición, que prohibió los aplausos y ahogó los gritos. Era una protesta contra los dirigentes, contra la amenaza de desaparición que envuelve al Cibona, con una deuda de 10 millones y sin presidente ni director deportivo, expulsados por el alcalde de Zagreb, que pretende reactivar al club. Tiene la connivencia de los jugadores y el técnico. Al menos, por un mes. El silencio sepulcral, de todas formas, desconcertó un ápice al Barça, que alcanzó el entreacto con ocho puntos de diferencia, la mitad del botín que llevaba minutos antes. Nada que intimidara a Ricky y Vázquez, dos jugadores puestos en entredicho porque carecían de la chispa que les reclama el Palau.

Pero cuando más desconectado estaba el Barcelona, cuando el oponente redujo distancias (47-51), apareció la efectiva jugada del alley oop ?siempre culminada por Vázquez? y un robo de Rubio para impulsar el juego azulgrana, cimentado en el poste bajo, donde Morris y Vázquez se pusieron las botas (52-71). Estiró el acordeón el Barça, solo atemorizado por el talento de Bogdanovic (26 puntos) y la erupción del joven Radosevic, un jugador de movimientos inteligentes y mejor lanzamiento desde los tres o cuatro metros. Dos talentos que no le alcanzaron al Cibona, siempre por detrás del marcador.

Ricky y Vázquez (14 puntos) asumieron los galones, bien aliñados por el tiro de Ingles (16) y la polivalencia de Morris (15), para dar la estocada final y mantener el tipo en el último cuarto. Funcionó el tiro interior-exterior y, más que nunca en este año ?aunque ante el Caja Laboral estuviera inspirado? Ricky.

Ricky Rubio, durante el encuentro
Ricky Rubio, durante el encuentroAFP

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