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TENIS

Muster todavía quiere ser Terminator

El austriaco, ex número uno, vuelve a las pistas con 43 años y pierde contra un tenista 20 años más joven

¿Qué lleva al austriaco Thomas Muster, ex número uno del mundo, a volver a las pistas? ¿Por qué someterse a una estricta cura de adelgazamiento, adiós al tabaco y la cerveza, adiós al orondo tenista que sudaba y resoplaba en mayo entrenándose con Nicolás Almagro? ¿Qué impulsa a un campeón de Roland Garros a intentarlo de nuevo con 43 años, primero en el circuito challenger, donde ganó 1 de 7 partidos, y hoy en el torneo de Viena, donde ha perdido 6-2 y 7-6 contra su compatriota Haider-Maurer, el número 157, 20 años más joven? "Quiero inspirar al público con mi espíritu de lucha y mi forma física", contesta Muster, El Animal o Terminador, antes del debut. "Lucho como en los buenos viejos tiempos y lo daré todo enfrente de los seguidores en Viena".

El austriaco, número 974, jugó su último partido en 1999. Antes, hizo de la lucha su seña de identidad: coloso de la tierra, donde parecía indestructible, llegó a entrenarse sobre una silla de ruedas tras ser brutalmente atropellado por un borracho en Miami. Luego, pasados los años de gloria, incapaz de alejarse de su deporte, quizás inhabilitado para una vida lejos de los focos y las ovaciones del público, se metió de lleno en el circuito de veteranos, jugando en lugares exóticos con otras grandes ex figuras de su deporte, que ahora asisten asombradas a su vuelta al circuito.

"Admiro que se haya puesto lo suficientemente en forma para hacer esto", dijo Pete Pistol Sampras, fascinado por el radical cambio físico del austriaco; "pero siendo realista va a ser duro para él competir con estos chicos a los 43 años", cerró. "Si quiere competir...¿por qué no?", dijo el ruso Yevgeny Kafelnikov, también ex número uno del mundo. "No sé si tendrá éxito, pero ha sido un campeón. Sabe ganar partidos. Si se prepara bien, ¿por qué no va a poder volver a hacerlo?"

Muster jugó en Viena, la principal cita tenística de su país, con una invitación. Es imposible saber si habrá otros torneos que le distingan con tan preciado reconocimiento, perseguido por decenas de jóvenes tenistas en activo. Una cosa es segura: Muster se mueve lentamente, finta extrañamente al resto, pero ese revés, que tanto daño hizo en tiempos pretéritos, sigue siendo hoy el mejor arma de Terminator.

Thomas Muster durante el partido de Viena ante Andreas Haider-Maurer.
Thomas Muster durante el partido de Viena ante Andreas Haider-Maurer.AP

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