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Sergio García, a la sofróloga

El castellonense vuelve para ser "el número uno"

El Masters de Castellón reúne desde mañana jueves a dos golfistas de vuelta por muy diferentes caminos. Chema Olazábal no coge los palos desde el Open de Francia el pasado verano, castigado por los latigazos que le pega la espalda. Sergio García lleva sin competir dos meses, en su caso de bajón anímico porque, cuenta, había dejado de divertirse y disfrutar con el juego. Después de muchas horas de ejercicios y camillas uno, y de reflexión el otro, los dos vuelven al campo. Para el castellonense el camino de regreso le ha llevado a olvidarse del golf, a debutar incluso como futbolista en el Borriol, el club de Tercera que preside, y ponerse en manos de la sofrología, una práctica clínica de relajación que se inspira en la hipnosis y las doctrinas orientales y que busca el equilibrio entre el cuerpo y la mente. Todo con tal de volver a ser el de antes.

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"Estos dos meses que he estado sin jugar han sido muy positivos, he vuelto con ganas", explicó ayer Sergio. "Quería no sólo venir a jugar, sino venir y hacerlo bien. Ahora me encuentro con energía, fuerzas, entusiasmo y sobre todo muchas ganas, el amor por el deporte siempre lo he tenido, eso no se pierde pero sí se pierden las ganas de salir al campo y querer hacerlo muy bien. Ahora me encuentro diferente, me hubiera gustado encontrarme así antes pero nunca se sabe si hubiese funcionado de la misma manera. Tenía ganas de emprender el vuelo hacia donde debo estar. La decisión de parar la tomé entre el Players Championship y el US Open, fue simplemente por sentirme vacío a la hora de jugar. Durante estos dos meses he hecho muchas cosas, no he jugado pero he trabajado mucho, he disfrutado de la familia, hemos trabajado juntos y con una sofróloga amiga nuestra de aquí, de Castellón, poniendo las cosas en su sitio".

La última vez que se vio a Sergio en el campo fue en la Copa Ryder. Pero como vicecapitán del equipo europeo, después de no conseguir la clasificación y tampoco ser invitado por Colin Montgomerie. "En la Ryder... ¡me comía los puños por salir a jugar! Los tres o cuatro primeros días son duros, cuando van practicando y vas al lado de los que han sido compañeros y no pegas un golpe, es duro pero también es bonito. La Ryder Cup es un evento único en el mundo y lo más importante son las relaciones y amistades que haces". Allí coincidió con Chema Olazábal, también vicecapitán, y consejero del Niño. "Hablé con Sergio, sabía que no estaba en su mejor momento. Sólo le dije que las ganas de competir volverían, que fuera paciente. Él tiene unas dotes excepcionales y volverá a estar arriba", dijo Chema.

¿Objetivos de esta semana? "Sin duda, ganar el torneo", cuenta Sergio, "y seguir para estar arriba, donde he estado y creo que puedo volver, donde creo que mi nivel me puede llevar, al número uno del mundo. Tengo 30 años y mucho tiempo por delante. Lo bueno es que me conozco mejor, sé contestar a mis preguntas y ayudarme a volver donde debo estar". "Mientras vaya dando pasos, soy positivo", explica Olazábal; "estoy mejor, he mejorado en los últimos tres meses, aunque sigo teniendo molestias. No puedo entrenarme como solía. Doy entre 120 y 130 bolas y después hago un poco de approach y putt. La semana pasada jugué cuatro días seguidos para probarme y aguanté bien, por eso estoy aquí".

Sergio García piensa en ser el número uno del mundo. Olazábal, en seguir jugando, y en la futura capitanía de la Ryder, en 2012.

Olazábal y García.
Olazábal y García.LUIS CORRALO

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