África, en manos de los 'black stars'
Ghana alcanza los cuartos tras batir en la prórroga a Estados Unidos
No hay leones de Camerún, ni elefantes de Costa de Marfil ni águilas de Nigeria que valgan en la Copa del Mundo de África. Aunque mínima, la representación del continente anfitrión está de momento bien defendida por los black stars, la selección de Ghana, que acabó con el sueño americano, por más que el entusiasta Bill Clinton continuara en el palco, al lado ayer de Mick Jagger, que se cansó pronto del partido, mucho antes de la prórroga. Ghana es la única selección africana en cuartos de un Mundial desde que lo consiguiera Senegal en 2002 -antes solo Camerún, en 1990, había alcanzado esa ronda-.
Fue un partido de imágenes y de momentos más que de futbol. Bob Bradley, el seleccionador norteamericano, es tan expresivo que a veces atrae más a las cámaras que el balón. Anoche, por ejemplo, tomó en sus brazos a Clarck después de sustituirle a la media hora del partido, tras mediar una tarjeta y una pérdida de balón que costó un gol a su equipo, y le consoló como solo puede hacer un padre con su hijo. No funcionó Clark y el técnico le quitó del campo. También fue interesante ver como Donovan se ponía de cuclillas antes de tirar el penalti, sin que se supiera muy bien si estaba nervioso o se concentraba. Igualmente entretenido resultó ver el ritual de las estrellas de Ghana a la media parte y antes de la prórroga, abrazadas en un coro a pie de campo, como si se conjuraran para defender el honor africano.
ESTADOS UNIDOS 1 - GHANA 2
Estados Unidos: Tim Howard; Jonathan Bornstein, Carlos Bocanegra, Jay DeMerit, Steve Cherundolo; Clint Dempsey, Michael Bradley, Ricardo Clark (Maurice Edu, m.31), Landon Donovan; Jozy Altidore (Herculez Gomez, m.91), Robbie Findley (Benny Feilhaber, m.46).
Ghana: Richard Kingson; John Pantsil, Jonathan Mensah, John Mensah, Hans Sarpei (Lee Addy, m.73); Anthony Annan, Samuel Inkoom (Sulley Muntari, m.113), Kevin-Prince Boateng (Stephen Appiah, m.78), Andre Ayew; Kwadwo Asamoah, Asamoah Gyan.
Goles: 0-1, m.5: Prince Boateng. 1-1, m.62: Donovan, de penalti. 1-2, m.93: Gyan.
Árbitro: Viktor Kassai (Hungría). Tarjetas amarillas a Clark, Cherundolo y Bocanegra, por Estados Unidos, y a Jonathan y Ayew, por Ghana.
Incidencias: segundo partido de octavos de final, disputado en el estadio Royal Bafokeng de Rustenburgo ante unos 30.000 espectadores.
El partido fue escaso de juego y en cambio resultó muy entretenido por la mala defensa de ambos equipos y las constantes llegadas a las áreas. Prince Boateng no perdonó el error de Clark nada más empezar y se marcó una carrera desde el medio campo hasta el área que remató con un tiro ajustado al poste del portero. Ghana ensanchó bien el campo durante media parte, guardó la pelota y enfiló la zaga norteamericana por su flanco derecho. Le perdió que diera el partido por acabado en el descanso. Estados Unidos entró en juego en la segunda parte y se ganó con justicia el empate por la dispersión y poca capacidad para el repliegue de Ghana. La velocidad de los muchachos de Bradley les permitió disponer de excelentes oportunidades y empatar el partido después de tres buenos tiros, dos bien resueltos por las manos de Kingson. El tercero acabó en penalti por derribo de Dempsey.
El partido pudo caer de cualquiera de los dos lados, porque ambos equipos fueron igual de discontinuos y se alternaron en el dominio del juego y las ocasiones, un tiempo para cada uno, el mismo despliegue físico. No quedó más remedio que recurrir a la prórroga para desempatar. Apareció entonces el pichichi Gyan para firmar el triunfo africano con un zurdazo espléndido después de superar la mala defensa de Bocanegra. Al equipo de Estados Unidos, que siempre aspiró a controlar el juego más que su rival, ya no le quedaron fuerzas para un nuevo remonte, ni si quiera con su portero Howard intentando rematar los córners, mientras las estrellas de Ghana, conscientes del botín, dejaron de ser ingenuas y cerraron su campo para ratificar su acceso a cuartos. La representación de África continúa a salvo gracias a la mejor pegada de los black stars de Ghana. Clinton deberá replantearse de nuevo su agenda y Donovan podrá rentabilizar sus goles como figura publicitaria del soccer.
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