Un Pirlo de urgencia
Ante la baja del milanista, Montolivo, que parecía condenado a no jugar, fue elegido por Lippi para llevar el mando en la medular
Sustituir a Andrea Pirlo no es tarea fácil. El medio del Milán maneja como nadie los tiempos de juego de la selección italiana. Anoche Marcello Lippi tuvo que prescindir de él por un problema muscular en el gemelo que hasta puso en duda su participación en el Mundial, y eligió a Riccardo Montolivo. Uno que tiene cara de buen chico. De no enfadarse nunca o, mejor dicho, de ser un poco blando. De no sacar el carácter que muchos dicen que tiene. Su cara tan pálida tampoco ayuda a asustar a los rivales.
Marcello Lippi se lo llevó el año pasado a la Copa Confederaciones. El centrocampista de pelo castaño y ojos azules había sido una de las revelaciones del campeonato. En Italia todos creían haber encontrado al nuevo talento futbolístico. Pero en Sudáfrica, el verano pasado, jugó sin soltura. Contraído, casi asustado, muy por debajo de lo que había hecho con la Fiorentina durante todo el año. Parecía otro jugador. Muchos lo achacaron a la falta de personalidad y carácter. No estaba preparado para liderar a la selección. Bien es verdad que acababa de asomarse a un escenario internacional pero había sido un fijo en todas las selecciones inferiores.
Después de la Copa Confederaciones Lippi incluso dejó de convocarle durante varios meses. Por eso, durante la concentración de diez días que el seleccionador italiano organizó en Sestriere a finales de mayo, muchos pensaban que Montolivo sería uno de los primeros en caerse de la lista de los 30. No se cayó.
Y no solo eso, sino que Lippi ha pensando en él como el sustituto ideal de Andrea Pirlo para llevar el timón en el debut de la campeona del Mundo. Ayer Montolivo ejerció de Pirlo al lado de Daniele de Rossi y volvió a demostrar los problemas que tuvo en la Copa Confederaciones. Fue de más a menos. Se le vio cómodo durante los primeros veinte minutos: no tuvo miedo en proponerse, en pedir la pelota y en salir con el balón al pie. Luego se fue apagando poco a poco ?eso facilitó el despertar de Paraguay que durante los primeros 35 minutos no se asomó al área de Buffon?. Volvió a despertarse tras el gol del empate de De Rossi y volvió a pedir la pelota y a hacer subir al equipo.
Italia no tiene a nadie que sepa hacer la labor de Pirlo. Montolivo lo intentó. Antes del debut dijo sentirse "eléctrico" ante el debut. "Empiezan a sudarme hasta las manos... en 2006 vi el Mundial por la tele y sé lo que sienten los aficionados. Este es el torneo más importante de mi carrera, estoy sereno y eléctrico", comentó a lo largo de la semana.
Montolivo tiene 25 años (los últimos cuatro en la Fiorentina) y aseguraba sentirse confiado. "Jugar la Champions me ha venido bien porque me ha dado lo que me faltaba: fuerza y autoestima". Ahora solo le falta ser un poco menos intermitente.
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