Milagrosa canasta de Artest

Golpe de teatro en el último segundo del partido. Ron Artest se erigió en el inesperado héroe salvador de los Lakers y con una canasta sobre la bocina final le dio el triunfo a los suyos por 103-101. El equipo de Los Ángeles las pasó moradas para superar a Phoenix en un partido que se adivinaba crucial para el desenlace de una serie que ahora dominan los californianos por 3-2. El sexto partido se disputa el sábado en Phoenix y, si es necesario el séptimo, se jugará el próximo lunes, madrugada del martes en España, de nuevo en el Staples Center de Los Ángeles.

El drama se cernía sobre la cancha de los campeones de la NBA cuando, después de haber llegado a dominar por 18 puntos, vieron cómo Richardson anotó un triple con un lanzamiento a tablero y tras dos intentos consecutivos fallados en la misma jugada. El alero de los Suns, que había fallado sus cinco triples anteriores, empató de esta forma el marcador a 101 cuando restaban sólo tres segundos para el final. El tiempo muerto de Phil Jackson no hizo otra cosa que urdir una última maniobra de sobras conocida: poner el último tiro en manos de Kobe Bryant. Y así fue. Sacaron de banda los Lakers, cogió el balón Kobe Bryant , marcado por dos jugadores de los Suns, lanzó mal y el balón no tocó ni aro. Pero, como por arte de magia surgió bajo el aro Artest, se encontró con el balón en las manos, lanzó y anotó. Todo eso en un abrir y cerrar de ojos, dentro del tiempo, de los tres segundos que tal vez marquen el desenlace de la final del Oeste.

Todavía queda mucha tela que cortar a tenor de lo bien que se desenvolvieron nuevamente los Suns, con una defensa en zona que volvió a atragantárseles a los Lakers y un partido excepcional de su base Steve Nash. Artest había fallado poco antes un triple que desesperó a Phil Jackson. El entrenador pidió tiempo muerto y Artest, el primero en ser consciente de su error por haber lanzado con precipitación, cuando su equipo dominaba en el marcador y todavía restaban 21 segundos de posesión, fue a sentarse junto a Jackson para escuchar la regañina. Pero la última jugada valió por todo el partido y redimió a un Artest que, con esa canasta decisiva sumó su cuarto punto en su segundo acierto tras nueve lanzamientos.

Un inicio problemático

Los Lakers empezaron ya con problemas el partido porque Kobe Bryant tuvo que irse al banco tras sumar dos faltas en apenas tres minutos. Los Suns hicieron valer de nuevo su defensa en zona pero perdieron muchos balones y los Lakers lo aprovecharon para poner tierra de por medio. Con un arrerón de Kobe Bryant, que anotó tres triples consecutivos al inicio del segundo cuarto, abrieron una amplia brecha en el marcador. Pero los Suns fueron limando las diferencias hasta llegar a poner contra las cuerdas a los Lakers y forzar un final a cara o cruz. Si ganaron los Lakers fue porque lanzaron once veces más a canasta como producto de las pérdidas de balón de los Suns y porque anotaron los mismos puntos desde la línea de tiros libres, 20, a pesar de que lanzaron seis veces menos desde esa posición.

Kobe Bryant volvió a concluir con unos números impresionantes: 30 puntos, 11 rebotes y nueve asistencias, aunque su porcentaje de tiro no fue muy bueno con un 12 de 27. Pau Gasol tuvo muchos problemas para jugar con la fluidez habitual porque le marcaron con dos y hasta con tres hombres en el interior de la zona. Además tuvo que salir a defender a veces a Nash y eso fue casi misión imposible. Pese a todo, aportó buenos números como casi siempre: 21 puntos, nueve rebotes y cinco asistencias. Fisher no pudo nunca con Nash en defensa pero estuvo excelente en ataque con 22 puntos y algunos triples importantes.

Odom también se mostró muy acertado con 17 puntos y 13 rebotes pero fue el único reserva que brilló. Jackson parece ya cansado del flojo rendimiento de Brown y le dio más minutos a Vujacic. Los Suns pagaron el mal partido de Lopez y algunos de los reservas que tanto brillaron en el encuentro anterior. Stoudemire sumó 19 puntos pero sólo cuatro rebotes, y Frye, 14 puntos.