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Parreira: "Mi estomago me dice que lo vamos a hacer bien"

Sudáfrica tiene el reto de pasar a octavos de final y no convertirse en la primera selección anfitriona en quedar eliminada en primera ronda

Ni las encuestas ni las apuestas internacionales son demasiado optimistas con las posibilidades en el Mundial de fútbol de los Bafana Bafana ('los chicos'), que parte como cenicienta del grupo A, donde también están México, Francia y Uruguay, pero en Sudáfrica se están cocinando los ingredientes de las sorpresas. Sobre el papel, o lo que es lo mismo, según el ránking FIFA, Sudáfrica es la segunda peor selección del torneo después de Corea del Norte; sin embargo, hay demasiados factores intangibles que el ránking FIFA no puede medir y con los que cuentan los Bafana. "Mi estómago me dice que lo vamos a hacer bien", dijo el pasado fin de semana el seleccionador nacional, el brasileño Carlos Alberto Parreira. "Tengo una sensación muy positiva. Cada vez que los veo (a los jugadores), parecen mejores", añadió el técnico, que reconoció no haber topado con un grupo humano como este en toda su carrera.

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A falta de dos semanas para que comience el Mundial, los jugadores de la selección de Sudáfrica están tan entusiasmados como impresionados con el respaldo que les está brindado el país, al que les dolería como nunca fallar. "El apoyo que estamos recibiendo es fantástico. Nos hace sentir mucho mejor y mucho más motivados para el Mundial. Veo coches con los colores de Sudáfrica en los espejos, banderas ondeando por todas partes; es simplemente increíble", señaló la semana pasada Bryce Moon, defensa del PAOK Salonika. "Personalmente, representar a mi país, en el mejor escenario, es un honor y quiero dar gracias a Dios por esta oportunidad. onestamente, en toda mi vida había visto Sudáfrica con este ambiente y con este apoyo a los Bafana, explicó Moon.

Nunca un equipo anfitrión ha caído en la primera ronda de un Mundial, de ahí que el primer objetivo que se han marcado los sudafricanos sea llegar a los cruces y de ahí, el cielo es el límite, como dice el eslogan de uno de los equipos de la liga local.

"Con 50 millones de seguidores, no podemos fallar"

A medida que se acerca el Mundial crece el entusiasmo en Sudáfrica, cuyos ciudadanos han secundado masivamente a la campaña del Gobierno Ondea la bandera y siguen a pies juntillas el mensaje del presidente, Jacob Zuma, que les ha pedido que demuestren que se sienten orgullosos de su nación. Cada día aumenta el número de personas que salen a la calle vestidos con la camiseta de la selección, sobre todo los viernes, cuando hasta los políticos predican con el ejemplo y comparecen en ruedas de prensa enfundados en la elástica sudafricana.

"El apoyo que sentimos cuando vamos a entrenar es increíble y nos hace querer trabajar más duro", ha dicho por su parte el internacional Tsepo Masilela. "Con 50 millones de personas detrás no podemos fallar", sentencia Parreira. Sudáfrica juega en casa y los jugadores están poniendo cuanto está en su mano para convertir a la selección en un equipo. "Necesito ser firme en este asunto. No me gustan los términos 'jugador asentado en Sudáfrica o en el extranjero'. Lo que intentamos crear aquí es 'un equipo, una nación'. Todos somos sudafricanos", señaló el pasado fin de semana uno de los capitanes de, Aaron Mokoena.

El seleccionador de Sudáfrica Carlos Alberto Parreira.
El seleccionador de Sudáfrica Carlos Alberto Parreira.REUTERS

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