Federer contra Nadal, más que una final

Roger Federer y Rafael Nadal, los dos mejores jugadores del planeta, disputan hoy (18.30) la final del Abierto de Madrid, su primer cruce en un año, a una semana de que arranque Roland Garros. La cita es más que un partido. El suizo defiende su condición de campeón, además del primer intento del mallorquín por recortarle puntos al número uno, que Federer desea mantener para romper el récord de semanas en lo más alto del podio. Nadal, por su parte, busca cerrar la triple corona de torneos de tierra (Montecarlo, Roma y Madrid) y lograr su primera victoria contra uno de los otros ocho mejores del mundo en un año.

¿Ayudarán los 655 metros de altura de Madrid al juego de saque y ataque de Federer? "Nosotros no pensamos en eso", responde Severin Luthi, el capitán suizo de la Copa Davis, que acompaña al número uno. "Esto, al final, es tierra, y te exige los movimientos de la arcilla. Roger está jugando bien", cierra para marcharse bien cargado de bolsas y raquetas.

Madrid ya tiene su gran final. Pasado el mediodía, Manuel Santana, mito del tenis español y director del torneo, recibirá a los dos campeones en el exclusivo edificio destinado a los jugadores. Federer y Nadal podrán pasar por el moderno gimnasio, 70 metros cuadrados de máquinas que necesitaron de una treintena de operarios para ser instalados; verán los mullidos sofás frente a bandejas repletas de frutas reservadas a los jugadores; pasearán ante las camillas de los masajistas, entrarán en el vestuario y escucharán cómo unos potentes altavoces les reclaman proclamando su nombre. Será entonces el momento de reunirse bajo dos gigantescas palabras azules pintadas sobre una pared. Meeting Point. Punto de Encuentro. Ahí se habrán acabado los preparativos. Andarán los dos tenistas a la pista central, rodeados de guardias de seguridad vestidos de traje. Calentarán sobre la Manuel Santana...y arrancará el último capítulo de una rivalidad de leyenda.