Aire para Fernando Alonso

El Mundial de fórmula 1 no ha hecho más que comenzar y los ingenieros de los distintos equipos ya corren más que los propios pilotos. A la espera de que el campeonato recupere el pulso y coja un rumbo algo más definido -un ganador distinto en cada una de las tres pruebas que se han disputado-, los monoplazas de Red Bull y de Ferrari han demostrado estar un peldaño por encima de los de la competencia, al menos en términos de prestaciones. La carrera por el título que ahora mismo mantienen Felipe Massa, Fernando Alonso y Sebastian Vettel transcurre en paralelo a la que disputan los departamentos técnicos de las dos estructuras.

Esta semana, Adrian Newey, el mago del diseño en la F-1, ha preferido quedarse trabajando en la sede que Red Bull tiene en Milton Keynes (Gran Bretaña), mientras que el departamento de carreras de Maranello ya tiene listo el primer paquete de evoluciones aerodinámicas del F10, una serie de cambios en los elementos exteriores del monoplaza que estarán a la vista en el circuito de Shanghai desde el viernes, cuando se llevará a cabo la primera sesión libre de ensayos del Gran Premio de China.

"De cara a esta carrera contamos con varios elementos aerodinámicos nuevos que deberían aumentar el rendimiento de nuestro coche", confirmó Alonso en su blog. "Pero lo mismo harán nuestros oponentes, y eso hace imposible saber en qué punto nos encontramos ahora mismo: lo sabremos el sábado por la tarde, durante la sesión de clasificación", deslizó el corredor asturiano, que demostró no haber perdido ni un gramo de la confianza que destilaba al arrancar el curso, a pesar de verse obligado a abandonar la última prueba, en Malaisia, tras reventar el propulsor de su Ferrari. "Tengo confianza en el trabajo que hacemos. Hemos demostrado ser competitivos en cualquier tipo de circuito, y por eso no veo por qué motivo no tendría que ser así también en China", remarcó el español.