Baha frena al Villarreal
Dos goles del franco-marroquí propician la victoria del Málaga
Por obra y gracia de Baha, autor de dos goles, se reencontró el Málaga con la victoria ante un Villarreal que quedó tocado con una derrota que le resta aspiraciones europeas, fundamentadas éstas en una ligera mejoría en juego y resultados experimentada en las últimas jornadas. Intenciones frenadas por un Málaga que tras tres derrotas consecutivas que inquietaba su futuro, se reencontró con una victoria trabajada rubricada por la eficacia de Nabil Baha. Partiendo desde el banquillo, 40 minutos sobre el césped le bastaron al delantero franco-marroquí para reivindicarse y alejar al Málaga en siete puntos de la zona de descenso. Más experimentado en la dirección, Muñiz le ganó la partida a Garrido. Los cambios efectuados por el técnico asturiano resultaron más determinantes que los realizados por el valenciano. El Villarreal terminó con tres delanteros que no encontraron el gol y lamentando la oportunidad perdida para acercarse a Europa.
Málaga 2 - Villerreal 0
Málaga: Munúa; Manolo, Iván Gónzalez, Gámez, Mtiliga; Toribio, Apoño; Fernando (Valdo, m. 46), Benachour (Baha, m. 53), Duda; y Caicedo (Obinna, m. 73). No utilizados: Arnau; Manu Torres, Javi López y Juanito.
Villarreal: Diego López; Ángel (Rossi, m. 66), Musacchio, Godín, Capdevila; Senna, Bruno; Cani (Ibagaza, m. 46), Fuster, Escudero (Nilmar, m. 46); y Llorente. No utilizados: Oliva; Venta, Gonzalo y Pirès.
Goles: 1-0. M. 64. Baha de cabeza tras saque de esquina botado por Duda. 2-0. M. 84. Baha remata solo a pase de Valdo.
Árbitro: Mejuto Gónzalez. Amonestó a Fuster y Toribio. Unos 25.000 espectadores en La Rosaleda.
Renunció Garrido de un delantero para reforzar el centro del campo. Prescindió de Nilmar para dar cabida a Escudero en la banda izquierda, con Fuster de segundo punta por detrás de Llorente como único punta referencia. Sistema idéntico al empleado por el Málaga de Muñiz. Equilibradas las líneas de ambos conjuntos con los mismos efectivos por zona, quien se impusiera en el centro tendría el éxito más cercano. Con un mayor dinamismo, intentó frenar el Málaga el toque y la pausa que quiere aplicar el conjunto amarillo como sello de identidad.
En un principio, no le incomodó al equipo de Muñiz perder de vista el esférico mientras el Villarreal lo hacía circular de manera insustancial. Al Málaga le bastaba con cortocircuitar las combinaciones amarillas que necesitaban de una gran precisión para superar la intensidad y la aplicación en la contención del conjunto malacitano que, por el contrario, apenas masticaba sus acciones ofensivas para asomarse a la orilla de de Diego López. Los centros de Duda desde el costado izquierdo y colgar el esférico al área desde cualquier falta lateral, lo mismo daba cercana o lejana, eran las armas que oponía el Málaga que fue aumentando su presencia en el campo contrario ante un Villarreal descafeinado que poco a poco se fue apagando anulado ante la mayor energía del rival. Se llegó al final del primer periodo con la sensación de que todo el mérito fue para el conjunto andaluz. El marcador, sin embargo, seguía inmaculado.
Rectificó Garrido en el descanso y volvió a la versión original con el clásico 4-4-2, con el ingreso en el terreno de juego de Ibagaza y Nilmar. Mayor percusión por el costado derecho buscó Muñiz con la presencia de Valdo. El centrocampista criado en la cantera del Madrid, lanzó desviado estando solo ante Diego López. El encuentro trasmitió nuevas sensaciones. Nadie se conformaba con lo que sucedía ni con el resultado. El empate no satisfacía las aspiraciones de ambos. Entró Baha y resultó mano de santo para el Málaga. Abrió el marcador tras cabecear con potencia un saque de esquina botado con precisión por Duda y lo cerró después de un pase de Valdo. Para respiro del Málaga y dolor del Villarreal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.