Contador y Armstrong se verán las caras en Córcega y en las clásicas de las Ardenas

Después de ganar su segunda París-Niza a costa de un esfuerzo y una tensión nerviosa superiores a lo previsto, Alberto Contador ha decidido cambiar su programa de competición en los meses previos al Tour, lo que traerá como consecuencia que su camino se cruce con el de Lance Armstrong en la isla de Córcega el último fin de semana de marzo para disputar el Critérium Internacional, prueba que en dos días combina tres etapas (una de montaña, una llana y una contrarreloj). Curiosamente, ha sido la renuncia de ambos corredores a disputar a partir del próximo lunes la Volta a Catalunya la que ha motivado un reencuentro tras las tensiones vividas por ambos durante el pasado Tour, en el que compartieron equipo.

El anuncio de Armstrong, a primeros de febrero, de que no correría en Catalunya disparó las interpretaciones sobre su miedo a volver a verse las caras con Contador y sobre su necesidad de no someterse a presiones innecesarias hasta el Tour. Además, Contador renuncia también a correr la Vuelta al País Vasco, donde ganó los dos últimos años, en la segunda semana de abril. A cambio, el ciclista de Pinto se ha apuntado a correr del 14 al 18 de abril la Vuelta a Castilla y León, carrera que terminará en Santiago de Compostela para conmemorar el Xacobeo y que incluye una ascensión al alto del Morredero. La revolución de la primavera de Contador -el ganador de los Tours de 2007 y 2009 seguía el mismo programa de marzo y abril los últimos dos años- se completará con su esperado debut en las clásicas de las Ardenas, la Flecha Valona (21 de abril) y Lieja-Bastogne-Lieja (25 de abril), en las que también coincidirá, si el ciclista tejano no cambia de idea, con Armstrong.

"He tenido buenísimos resultados en las dos primeras carreras del año, mi preparación va por buen camino y por eso hemos decidido cambiar el calendario, para buscar unas carreras de un menor desgaste tanto para mí como para mi equipo", dice Contador en un comunicado. "La Vuelta a Castilla y León es una carrera a la que le tengo un especial cariño y el cambio de fechas de este año me ha venido bien porque así aprovecho para ir a las clásicas, donde espero sobre todo coger experiencia. Me apetece mucho correrlas, porque tienen un encanto especial, pero soy consciente de que allí habrá corredores más capacitados que yo para luchar por la victoria. Sacrifico Catalunya y País Vasco a causa de mi preparación, porque va muy bien encaminada y no quiero correr el riesgo de sobrepasarme. Además, así tendré la oportunidad de coincidir con otros corredores del equipo con los que estaré en el Tour, como es el caso de Vinokourov".