Rooney trae de cabeza al Milan
El delantero del Manchester United elimina al oxidado equipo italiano con otros dos goles
Se presumía el Milan más fiero, el que entra en combustión con la música de la Champions, el que venció en el Bernabéu por primera vez en la historia, el que exprime esa terna de veteranos futbolistas a la que le quedan pocos puntapiés sobre el balón. Se barruntaba un Milan dictatorial y se quedó en un equipo reducido, en una burda muesca para la cabeza de Rooney, que aclaró la eliminatoria en un santiamén para los intereses del Manchester, que sumó cuatro goles.
Sin Beckham en el césped de inicio pero en boca de Old Trafford, el Milan se desplegó a un ritmo pausado y tosco, ineficaz para desgajar a la zaga adversaria. Flashes de Ronaldinho, asistencias de Pirlo y nada más. El equipo de Leonardo se desvaneció desde el principio, incluso antes de que los aficionados del Manchester entraran en bandada al estadio, ya comenzado el encuentro, en señal de protesta contra la familia estadounidense Glazer, propietaria de la mayoría de las acciones del club. Los hinchas portaron las bufandas verdes y amarillas, colores del Newton Heath, equipo ferroviario de Lancashire and Yorkshire que originó el United. Se reivindicaba el respeto a la historia y se desaprobaban las elevadas deudas contraídas por el club.
MANCHESTER 4 - MILAN 0
Manchester: Van der Sar; Neville (Rafael, m. 66), Ferdinand, Vidic, Evra; Fletcher, Scholes (Gibson, m. 72), Park; Valencia, Rooney (Berbatov, m. 65) y Nani. No utilizados: Kuszczak, Evans, Obertan y Diouf.
Milan: Abbiati; Abate (Beckham, m. 63), Thiago Silva, Bonera (Seedorf, m. 46), Jankulovski; Flamini, Pirlo, Ambrosini; Huntelaar, Borriello (Inzaghi, m. 68) y Ronaldihno. No utilizados: Dida, Gattuso, Zambrotta y Favalli.
Goles: 1-0. M. 13. Rooney, de cabeza. 2-0. M. 46. Nani asiste al hueco y Rooney definde. 3-0. M. 59. Park resuelve un pase interior. 4-0. M. 87. Fletcher, con la testa.
Árbitro:Massimo Busacca. Amonestó a Scholes, Ronaldinho y Flamini.
Old Trafford. 76.000 espectadores.
No entiende de historias Rooney, que también rebatió eso de que el Mufc nunca se había impuesto al Milan en Europa. Tiene un tren inferior monstruoso, una potencia descomunal y una arrancada diabólica. No flojea en el regate y mezcla con facilidad. Su definición, impecable. Y en la suerte del cabeceo no falla; nueve de sus últimos 11 goles son así. Ayer atendió en el punto de penalti un centro con rosca de Neville, con todo el tiempo del mundo porque Ronaldinho se desentendió de la jugada. Se elevó por encima de Bonera, se suspendió en el aire, marcó los tiempos y cabeceó cruzado y raso, lejos de las manoplas de Abbiati. El tercer gol en la eliminatoria de Rooney; el tercer y definitivo testarazo. Le sobró, incluso, ese pase en profundidad de Nani que definió de primeras al fondo de las mallas. A la fiesta se sumó Park, que resolvió un pase interior de Scholes, la aliñó Fletcher con el cuarto ?también de cabeza? y la completó Beckham, que se llevó su ovación de bienvenida nada más pisar el campo.
La tuvo Ronaldinho, que hace honor al mote de Il Dentone que le ha puesto Italia al mostrar su sonrisa cuando juega en Europa. Pero su remate de cabeza acarició el palo y el Milan hizo fundido en negro, abatido y sin otra respuesta que un disparo lejano de Becks. Rooney es demasiado.
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