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De héroe a villano

Lago, bronce en el snowboard, deja Vancouver tras ser cazado como Phelps en una foto comprometida

Los nuevos deportes y sus jóvenes alegres, distendidos, siguen pasando facturas. Scotty Lago, bronce en Half-pipe, héroe por la medalla y por haberla dedicado a sus compañeros ausentes Kevin Pearce y Danny Davis, gravemente lesionados, se tuvo que ir de los Juegos por la puerta de atrás. Pasó de héroe a villano.

TMZ, el medio sensacionalista especializado en cazar estrellas en situaciones comprometidas, publicó unas fotos en las que una muchacha muerde su medalla colgada por debajo de su cintura, mientras él se levanta su camiseta. La federación estadounidense y, sobre todo, el USOC, el todopoderoso comité olímpico nacional que se lleva la gran tajada de los derechos de televisión en los Juegos, montaron en cólera.

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Lágrimas sobre el hielo

Lago se disculpó por el exceso en una fiesta durante el fin se semana, pero fue expulsado de la Villa Olímpica, aunque oficialmente se haya maquillado. Un portavoz federativo trató de salvar los muebles puritanos: "Es un gran atleta y como tal sabe que tiene una resposabilidad de comportarse correctamente. No lo ha hecho, lo ha reconocido y ha tomado la decisión de regresar a Estados Unidos".

Lago, en Twitter, aparte de valorar como buena su experiencia olímpica, dijo que ahora va a mantener su medalla en "un lugar seguro". Lo que le queda es un buen tiempo de penitencia, aunque no será tan larga ni tan grave como la que sufrió Michael Phelps, cuyo desliz fumando marihuana ha quedado casi en el olvido.

La rehabilitación definitiva, si es que no la tenía ya, se la ha dado el COI al nombrarle primer embajador de los nuevos Juegos Olímpicos de la Juventud (JOJ). La invención del presidente Jacques Rogge para captar a los jóvenes a la vida sana y los valores olímpicos, tendrá su primera edición el próximo verano en Singapur. Para prevenir fracasos en tiempos de crisis se eligió la garantía financiera del pulcro y millonario país surasiático, irónicamente donde el coqueteo mínimo de Phelps con la droga le hubiera costado carísimo.

Más caídas

El ski cross, la modalidad debutante en los Juegos, terminó con la prueba femenina y nuevas caídas. La menor potencia de las mujeres provocó errores de cálculo mucho mayores que en los hombres al no poder salvar los muros y los saltos con tanto margen. Incluso la grandísima favorita, la francesa Ophelie David, se fue al suelo en la mitad de uno de los cuartos de final.

En el carrusel de trastazos dentro de la estrecha pista donde compiten en las mangas decisivas cuatro participantes, la austriaca Karin Huttary se cayó nada más empezar la final, con lo que las tres rivales ya tenían garantizada la medalla. Al final, como sucede en el patinaje de psita corta y otras pruebas de snowboard, queda una sensación de que todo es una espectacular lotería.

Ashleigh McIvor, en todo caso, ganó el premio gordo y demostró que Canadá, sin medallas de oro en los anteriores Juegos organizados en Montreal y Calgary, sí está aprovechando esta vez su papel de anfitrión.

Rocío Delgado no pasa de octavos

La española Rocío Delgado entró ya en los octavos de final con el penúltimo tiempo del primer recorrido de clasificación que se disputa individualmente. Fue 31ª de 32. Sólo quedaron fuera tres participantes más. Después, esquió en último grupo de cuatro de la siguiente fase, que ganó precisamente McIvor, y fue tercera. Quedó eliminada, pues en el ski cross pasan sólo dos por cada tanda. Casi debut y despedida. Lo habitual en la floja aportación hispana.

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