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Crónica:FÚTBOL | COPA DEL REY
Crónica
Texto informativo con interpretación

Un gran cambio para un gran triunfo

El Sevilla cobra ventaja ante el Getafe después de blindar Jiménez el centro del campo

El Sevilla sacó una muy buena renta en el primer envite ante el Getafe gracias a una controvertida decisión de su entrenador, Manolo Jiménez, que acabó marcando de forma definitiva un partido hasta entonces de claro color visitante. El técnico, a los 36 minutos, sacrificó a un delantero, Negredo, para dar entrada a un centrocampista, Romaric, entre los silbidos de su gente. Corrigió su erróneo planteamiento y acertó. Para eso está.

Cuando al director deportivo, Monchi, se le preguntaba por su predilección a la hora de escoger a Getafe o Mallorca como rival en las semifinales de Copa, la respuesta de uno de los forjadores de este gran Sevilla fue siempre la misma. "Quiero el Mallorca". Tocó el Getafe y con su presencia bajo la continua lluvia en el Ramón Sánchez Pizjuán se cumplieron todos los temores de Monchi. Se encontró el Sevilla con un equipo dinámico, de excelente movilidad y toque, todo adobado con el descaro necesario para plantarle cara a un grande en su estadio. El motivo de la superioridad del Getafe fue evidente, tan clara como la que propició la victoria liguera de los madrileños en el pasado mes de diciembre. El Sevilla, un equipo que hace de la carrera en busca de la portería rival su mayor virtud, fue masacrado en el centro del campo por la superioridad de los hombres del Getafe, en una zona en la que Zokora, en solitario, no podía contrarrestar las maniobras de Boateng, Parejo, Casquero y hasta Pedro León, con tendencia al centro y soberbia actuación. No debe extrañar, por lo tanto, que Palop, siempre Palop, salvara un gol cantado ante Manu del Moral y que luego Adriano enviara a saque de esquina in extremis ante el propio Manu. El baño del Getafe era evidente.

SEVILLA 2 - GETAFE 0

Sevilla: Palop; Adriano, Stankevicius, Escudé, Fernando Navarro; Jesús Navas, Zokora, Renato, Perotti; Luis Fabiano (Kanouté, m.67) y Negredo (Romaric, m.36)(Duscher, m.86).

Getafe: Ustari; Cortés, Cata Díaz, Mario, Mané; Casquero, Boateng, Pedro León, Parejo (Albín m.72), Manu Del Moral (Miau m.78); y Soldado.

Goles: 1-0: m.45: Luis Fabiano, 2-0: m.78: Mario, en propia puerta.

Árbitro: Bernardino González Vázquez (colegio gallego). Mostró tarjeta amarilla a Soldado (m.30), Zokora (m.34), Romaric (m.70), Adriano (m.73), Stankevicius (m.84), Duscher (m.88).

Incidencias: Partido disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán, correspondiente a la ida de la semifinal de la Copa del Rey, ante unos 28.000 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones, a pesar de la tímida lluvia que hizo presencia durante la segunda parte.

Lo que tampoco extrañó es que Manolo Jiménez, con una decisión dura pero brillante, quitara del campo a Negredo a los 36 minutos para dar entrada a un centrocampista, Romaric, con la intención de detener la incuestionable superioridad del Getafe. El público pitó la decisión del entrenador, quien debió jugar desde el principio con un solo punta, como así además le gusta, pero lo cierto es que la hemorragia se detuvo, hasta el punto de que Luis Fabiano culminó con un prodigioso remate de cabeza una diablura entre Navas y Adriano en la banda derecha. Los entrenadores están en el banquillo para tomar decisiones y la inclusión de un centrocampista más para dotar de equilibrio a su equipo debe ser aplaudida. El técnico mira siempre por el beneficio del grupo y no por el interés de un futbolista. Criticable en otras ocasiones por actuaciones impropias de un entrenador de elite, Jiménez estuvo ayer brillante a la hora de corregir su erróneo planteamiento, que propició la puesta en escena de un equipo vulnerable, tímido y sin mando.

Pocos peros se le podían poner al juego del Getafe, pero la pegada la ejerció el Sevilla. Tanto juego delicioso para nada. Bajo la incesante lluvia, el partido se equilibró, sin atisbo del poderío anterior del Getafe, que se fue diluyendo ante un Sevilla más sólido. Navas, tras internarse en el área, provocó el error de Mario y el segundo gol llegó para desesperación visitante.

El centrocampista del Sevilla encarrila la eliminatoria al marcar el segundo gol gracias a un rechace desafortunado del defensa Mario
El centrocampista del Sevilla encarrila la eliminatoria al marcar el segundo gol gracias a un rechace desafortunado del defensa MarioAP

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