Recital a balón parado
El Athletic apabulla al Almería en jugadas de estrategia y logra una goleada sorprendente
Andaba el Athletic, en buena forma, en buena clasificación, aunque irregular de juego, en busca de un partido plácido, sencillo, ajustado a sus posibilidades. Y se lo dio un Almería alocado y despistado que fue encajando goles uno detrás de otro en jugadas a balón parado (salvo el último) donde se exhibía por igual el trabajo del Athletic en este tipo de jugadas (consideradas su ejército de salvación) y la inocencia del Almería para defenderlas. Entre medio andaba Yeste que ya no es el que solía pero que cuando el cuero se para y respira se asemeja al que parecía.
Dos goles seguidos, en apenas cinco minutos, marcó el Athletic en el mismo sitio, por le mismo hueco que dejó la defensa y el portero del Almería. Uno de cabeza, empujando, de Javi Martínez, a quien nadie miró, quizás embobada la defensa mirando a Yeste que ejecutó la falta. Otro, con el pie, de Ustaritz que estrenaba su cuenta goleadora como rojiblanco tras prolongar de espuela Gurpegui un córner de Yeste.
ALMERIA 1 - ATHLETIC 4
Almería: Alves; Juanma, Acasiete, Pellerano, Cisma (Ortiz, m. 60); M'Bami (Goitom, m. 45), Bernardello; Piatti, Uche, Crusat; y David Rodríguez (Corona, m. 45). No utilizados: Esteban, Quillo, Michel y Soriano.
Athletic : Iraizoz; Iraola, Ustaritz, Amorebieta, Koikili; Gurpegui (D. López, m. 66), Orbaiz, J. Martínez, Yeste (Castillo, m. 70); Susaeta y Llorente (De Marcos, m. 76). No utilizados: Armando, Etxeita, I. Vélez y Muniain.
Goles:0-1. M. 36. Javi Martínez. 0-2. M. 40. Ustaritz. 0-3. M. 60. Llorente. 0-4. M. 76. De Marcos. 1-4. M. 83. Uche, de penalti.
Árbitro : González Vázquez. Amonestó a Ortíz, M'Bami, Piatti, Iraola, Ustaritz, Koikili y Susaeta.
Unos 8.800 espectadores en el estadio Juegos Mediterráneos.
Tan físico le planteaba el equipo almeriense al Athletic que se encontró como pez en el agua, bajo aquel aguacero, pero con buen césped. Físicamente, el Athletic tiene un punto intratable, ahora aumentado con ese trivote que forman Orbaiz, Javi Martínez y Gurpegui. Tal barullo se formó en el centro del campo, que el Athletic consiguió imponerse en el inicial ejercicio de imprecisión. En esa confusión se manejó mejor el Athletic que el Almería que todo lo confiaba a la imaginación de Kalu Uche, mal acompañado, mal asistido. Parecía que el partido podía dormirse entre imprecisiones y bravuras, hasta que lo despertó Piatti con un disparo que engrandeció la figura de Iraizoz, pero sobre todo despertó al Athletic de su plácida siesta que respondió con un remate al poste de Javi Martínez y una oportunidad magnífica de Orbaiz, tras una gran presión, pero resbaló en el momento de la verdad.
Ahí se hizo el Athletic con el mando del partido, con un susto y un ejercicio de precisión en sus jugadas favoritas, casi todas las que nacen de la zurda de Yeste cuando se aplica. Sin embargo le había dejado la primera responsabilidad a Orbaiz en esas jugadas. Luego tomó el mando. Hay algo más que técnica en esas acciones. Hay, sobre todo en algunos equipos, un mimetismo en protegerse de la altura de Llorente, dejando margen de maniobra a los que vienen de atrás, los centrales, Javi Martínez, Gurpegui. Así ganó y goleó el Athletic, que pudo rozar la goleada escandalosa a poco que Susaeta y David López hubieran afinado el disparo o hubieran sido más solidarios en los momentos finales.
El Almería, confundido desde el principio, nunca encontró el timón del partido, falto de medios centros creativos y con muy poca pólvora en los costados. Piatti, el más incisivo, fue preso de su propio nerviosismo. Tan tenso estaba que no acertó en una magnífica ocasión cuando el Athletic ganaba 0-2 y quizás hubiera metido a su equipo en el partido.
El Athletic, bien resguardado por Iraizoz y la contundencia de Amorebieta, creció y creció hasta construir un recital a balón parado en el partido soñado.
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