El año "monstruoso" de Federer
El suizo acaba la temporada como número uno tras haber perdido antes tan privilegiado puesto
Sólo Ivan Lendl había conseguido lo que ahora ha logrado Roger Federer: acabar una temporada como número uno tras haber perdido antes tan privilegiado puesto. El suizo ha ganado dos 'grandes' y ha jugado las finales de los cuatro en 2009. No fue ese, sin embargo, el momento definitorio de su temporada. Ocurrió en el torneo de Madrid y contra Rafael Nadal: el mallorquín perdió la final y no volvió a ganar a uno de los ocho mejores; el suizo, que andaba más bien mohíno, conquistó Roland Garros y Wimbledon, se casó y fue padre de mellizas.
"Ha sido un año monstruoso", resumió antes de recibir el trofeo que le acredita como el mejor del año en una ceremonia que llenó de nerviosismo a los responsables de la ATP durante una atareadísima mañana de preparativos y revisión de discursos. "Me he casado, he tenido dos niños...¡Y que ocurra todo eso después de un 2008 tan duro!". El número uno observa hoy las dificultades de Nadal y no puede evitar compararlas con las que él vivió el año pasado en el mismo torneo, que le vio eliminado en la fase de grupos y con una única victoria. "Me metieron dos palizas. Estaba cocido: me dolía la espalda, estaba enfermo. Hay que saber pasar ese momento. Es cuando estás en forma y pierdes tres partidos cuando debes hacerte preguntas".
¿Qué cambió en 2009? "En la temporada de tierra, antes y después de Roma, justo antes de casarme, hice dos semanas de entrenamientos", dijo. "Ahí comprendí que debía arriesgar más físicamente. Tenía un poco de miedo a hacerme daño en la espalda, incluso cuando iba bien. Esos entrenamientos fueron la clave". Esa frase encierra en sí misma un aviso: Federer va de menos a más en Londres. Contra Verdasco estuvo más que desdibujado. Y contra Andy Murray, el miércoles, dio miedo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.