Mista descoloca al Getafe

El Deportivo confirmó esta noche que aunque no tenga una plantilla despampanante está bien trabajado, se las sabe todas y apenas comete fallos. Motivos más que suficientes para rondar Europa en esta Liga de medianías, en la que volvió a zozobrar un Getafe muy blandito. Con una defensa de gominola, el equipo de Míchel ha perdido fuelle según avanza la Liga. La insípida imagen que mostró en el Bernabéu contra no uno, sino dos menos, se repitió de nuevo. La expulsión de Riki a los 25 minutos ?la primera amarilla la vio por tirarse en el área y la segunda por buscar el remate con la mano? y la de Sergio a falta de 20 por una decisión exagerada del árbitro no soliviantó al Deportivo, que impuso su fútbol sobrio, sin estridencias y sin fisuras. Sólido atrás pese al exceso de revoluciones de Aranzubia, un flan por arriba, la ventaja y defecto que tiene el conjunto gallego es que se le ve venir desde muy lejos. Mientras al Getafe le sigue faltando un hervor, los pupilos de Miguel Ángel Lotina saben a lo que juegan. Sólo se lanzan al contragolpe cuando huelen la recompensa, abriendo el balón a las bandas para que lo rifen Guardado o Filipe, que se dieron un festín, sobre todo por la izquierda. Las incursiones fueron tan sangrantes por esa ala que Míchel mandó al banquillo a Mané y Manu del Moral en el descanso. Más de lo mismo.

Ausente Celestini, el centro del campo del Getafe se nubló con Adrián González, que no fue el faro que esperaban en el banquillo. Sergio y Antonio Tomás torpedeaban las transiciones locales, lentísimas, y sólo Boateng cumplía su función de destructor. De lo ajeno y de lo propio, como hizo en la primera parte, cuando cabeceó cruzadísimo un envío de Pedro León delante de Aranzubia. El precipitado asalto final, frente a un Deportivo que tiró varias contras muy peligrosas pese a contar con nueve jugadores, con Casquero sobre el tapete para arreglar el desaguisado, demostró que el Getafe guarda más fútbol del que luego reproduce sobre el césped. Justo al revés que el Deportivo, que no enamora pero es tremendamente efectivo.

La cita le salió de vicio a Lotina, que se dio el lujo de recuperar a un futbolista que llevaba media vida en el diván. Mista, que no marcaba desde la primera jornada de la temporada pasada, volvió a sentirse futbolista a los 12 minutos. El delantero le ganó la posición al Cata Díaz y a Mario para cabecear seco y duro un centro desde la izquierda de Filipe tras un flagrante error de la última línea. Comparado con el segundo gol no fue tan escandaloso. El Deportivo puso la guinda en el minuto 60 tras otra descoordinación masiva de la defensa del Getafe: Filipe, un correcaminos al que no se le agota la gasolina (lleva 73 partidos seguidos en Primera) empujó el cuero a puerta vacía tras una asistencia de un Mista en estado de gracia. La acción resumió la profesionalidad del grupo de Lotina, que está arriba porque no perdona una. Y el despropósito del Getafe, sin fe ni fútbol y que fue despedido entre silbidos

Getafe 0 - Deportivo 2