El Atlético se enreda de mala manera
El equipo de Abel, incapaz de ganar a un Racing que jugó medio partido con diez
En un ambiente de cuchillos largos, con parte del público con las armas cargadas contra los que dirigen la institución, el Atlético fue incapaz de superar a un Racing que jugó medio tiempo con diez. Nadie acusó de nada a los jugadores, que sin embargo no supieron resolver un conflicto en el que siempre llevaron las de ganar. Como si no.Se enredó el Atlético y cazó un mísero empate ante un Racing serio, ordenado y poco más.
Se asomó a escena el Atlético sin Forlán, una costosa hipoteca para el equipo. El viaje del uruguayo a su tierra para disputar las eliminatorias del Mundial, y el cansancio acumulado, empujaron a su técnico, Abel, a darle descanso de inicio. Ello hizo que el equipo cambiara el dibujo, que Agüero se quedara solo en punta con el apoyo puntual de Jurado. Con Assunçao y Cléber al mando, el Atlético no tuvo problemas para adueñarse del balón, lo que demuestra las carencias del Racing en la zona de creación. Pero le faltaba al Atlético continuidad, juego por las bandas, chispa en el ataque. Tuvo un par de ocasiones, sendos chutazos de Cléber y Assunçao que se fueron a un par de palmos de la madera. Nada significativo.En éstas que el Racing, bien plantado en defensa pero limitado en la transición, encontró un hueco, entre los centrales, al que llegó Geijo, que solo ante Asenjo lanzó fuera.
ATLÉTICO 1 - RACING 1
At. Madrid: Asenjo; Valera, Ujfalusi, Juanito, Antonio López; Sinama (Keko m. 52), Cleber Santana, Assuncao, Simao; Jurado (Reyes m. 78) y Kun Agüero (Forlán m. 46).
Racing: Toño; Crespo, Henrique, Morris, Sepsi; Arana, Diop, Lacen, Serrano; Munitis (Pinillos m. 48) y Geijo (Xisco m.72 Toni por éste m. 80).
Goles: 1-0: m. 42, Jurado. 1-1: m. 45: Serrano.
Árbitro: Alfonso Alvarez Izquierdo (Colegio Catalán). Enseñó cartulina amarilla a Arana y Assunçao. Roja directa a Crespo (m. 47) por una entrada Simao.
Incidencias: Partido de la segunda jornada de liga, disputado en el estadio Vicente Calderón de Madrid, ante unos 50.000 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria de los abonados atléticos fallecidos durante la temporada pasada, así como de José Julio Carrascosa, ex gerente del Alético fallecido esta semana y de Daniel Jarque, ex capitán del Espanyol.
Era un aviso. El Atlético se asomaba a menudo al ataque pero de forma anárquica, siempre por el centro, donde una y otra vez se producía un colapso. Solo Jurado buscaba alternativas, paredes, pases al hueco, a los laterales. Suyo fue el disparo que sacó Toño con habilidad, al que el Racing respondió de inmediato, con Arana plantado en solitarioante Asenjo, que rechazó con el pie. Otro aviso. El Atlético no podía vivir tranquilo por mucho que gobernara el partido. Y a su gobierno le dio legitimidad Jurado, el mejor del partido de largo, que agarró un zapatazo desde fuera del área tras un córner, con la zurda, duro, abajo, que colocó a la vera del palo derecho de la portería, una maravilla que tenía que acabar en gol. Y en gol acabó.
Justo premio era aquel para el Atlético, al que sólo quedaba esperar al descanso. Eso hizo: esperar. Se quedó mirando, contemplando el paisaje. Así que no vio venir aquel balón que llegó a Geijo, en el área grande, y que éste retrasó hacia Arana, quien esquivó a un defensa antes de mandarlo a su izquierda, donde llegaba Óscar Serrano como un tiro. Y como un tiro entró su zapatazo en la portería de Asenjo, que se vio vendido porque así lo quiso su defensa. , que no se enteró de nada.
Justo castigo era aquel para el Atlético, que se puso a dormitar cuando no debía. Y en el segundo acto apareció Forlán. Pero el equipo no hizo sino cambiar de hipoteca. Porque quien abandonó la escena fue Agüero, otro que venía lastrado por el periplo suramericano. Y le tocó al Atlético , de golpe,la lotería. Se escapaba Simao y a Crespo no se le ocurrió otra que zancadillearle por detrás. El árbitro consideró grave aquello y le expulsó. Todo un mundo quedaba por delante y a la tarea se puso Forlán. Lanzó el uruguayo a bocajarro y estrelló el balón en el cuerpo de Toño. Desde 30 metros ejecutó una falta y estrelló el balón en la madera. Fabulosa fue su pared con Jurado, al que sólo frenó la salida a sus pies de Toño. Todo ello ocurrió en diez minutos, los mejores del Atlético. Entró en liza Keko, un chaval de la cantera, que alegró la vida a la afición, amén de demostrar una rapidez y un desparpajo prometedores.
Pero no cerró el partido el Atlético. Lanzó un par de andanadas el Racing, protagonizadas por Serrano, y los de Abel se enredaron de mala manera, minimizados por el runrún que comenzaba a salir de la grada. Y que se hizo más ruidoso cuando entró el penitente Reyes en lugar de Jurado, agotado tras una actuación estelar. Nada arregló Reyes (nadie esperaba que lo hiciera) y el partido fue muriendo entre la impotencia de un Atlético a quien a esas alturas ni Forlán pudo salvar.
Más de 5.000 personas se manifiestan contra Cerezo y Gil Marín
JOSÉ MARCOS. El amplio despliegue policial y los nubarrones negros que amenazaban en el cielo no impidieron que más de 5.000 aficionados del Atlético se manifestasen pacíficamente contra la gestión de los dueños del club una hora antes del partido. Pese a no contar con la aprobación de la Delegación de Gobierno, la concentración dio casi una vuelta alrededor del Calderón tras surgir espontáneamente a través de internet. Una docena de policías a caballo, secundados por muchos más agentes a pie, impidió que los seguidores críticos con el consejero delegado, Miguel Ángel Gil Marín, y el presidente, Enrique Cerezo, se amontonasen en la puerta cero, la que da acceso al palco. A Collar, una de las leyendas de la entidad, le costó un minuto hacer entrar en razón a un policía para que le dejase pasar a la zona noble.
Aunque las fuerzas de seguridad dividieron a los hinchas en los aledaños de la M-30, las dos mitades se terminaron encontrando en medio de un ambiente colorido y tenso en el que la marea rojiblanca despotricó de lo lindo. "¡Gil Marín culpable, Cerezo marioneta!", "¡primero fue Marbella, ahora el Calderón!" o "¡soy del Atleti, no gilipollas!" fueron algunas de las proclamas más jaleadas. "Ojalá los directivos aprendan la lección, quizás ésta sea la primera piedra para lograr un cambio", deseaba Ángel Robles con su hijo pequeño de la mano.La movilización contó con todo el espectro social rojiblanco, desde padres de familia , jubilados,a habituales del Frente Atlético. "No sé si servirá de algo, pero que tengan claro que no les vamos a dejar pasar ni una", contaba Alejandro, uno de ellos. Dicho y hecho.Aunque la pañolada contra el Consejo nunca llegó, el fondo sur desplegó una pancarta a los 15 minutos dedicada a Cerezo, reconocido empresario cinematográfico: "Presidente, no nos cuentes películas". Poco después, la aparición momentánea del letrero "El productor del destape nos deja en pelotas" desencadenó una pelea entre aficionados afines y contrarios al palco que no tuvo mayores consecuencias.
Fue la única nota violenta de una jornada en la que el bochorno ante el Racing enrabietó más si cabe a la grada. Mientras, circunspecto, un aficionado recogía su dedicatoria al director deportivo, Jesús García Pitarch, muy criticado por el traspaso de Heitinga cuando el Atlético ya no podía hacer fichajes: "¿Dónde estás Pitarch? ¿Sigues de vacaciones?".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.