Fernando Alonso firma una 'pole' de caos y miedo
El asturiano saldrá primero por primera vez después de dos años tras superar a Webber, el susto de Massa y un error informático
Dando gracias a todos los componentes de su equipo y deseando una rápida recuperación a Felipe Massa, Fernando Alonso revivió sensaciones que parecían olvidadas en su circuito talismán. Con menos carga de combustible, pero con un ritmo superior al exhibido en las últimas carreras, el piloto asturiano consiguió firmar dos años después una pole desquiciada de caos y sustos. La decimoctava de su carrera, la más confusa de la temporada. No faltaron alicientes. El brutal accidente de Massa en la segunda ronda de calificación hizo contener a todos la respiración, pero descartada toda gravedad, el circo hizo honor a su nombre por un día y anunció un nuevo ciclo en el que las escuderías más veteranas vuelven a tener presencia. Alonso abrirá mañana la parrilla y Alguersuari la cerrará.
La imposibilidad de rodar los jueves y la rapidez con la que ha ocurrido todo para el joven debutante le han llevado a quedar fuera nada más abrirse el pit-lane que inauguraba la pole del gran premio de Hungría. Cada minuto del reloj contaba, y como no se esperaba su presencia en la segunda ronda de calificación, toda vuelta completada era un reto para dilatar su experiencia, para estudiar mejor los rincones del sinuoso trazado húngaro antes de su primera carrera oficial a bordo de un fórmula uno. Tan ensortijado y caprichoso es Hungaroring que solo los que combinan tracción en las salidas, frenada en las entradas, adherencia en las chicanes y aceleración en la recta se libran de sufrir una salida de trazada. Éste no fue el caso de Alguersuari; tampoco de Kovalainen, Piquet, Kubica...
El piloto de Toro Rosso protagonizó el primer incidente de la sesión al dejar su coche en la cuneta. Restaban apenas tres minutos para el final del primer turno y los comisarios exhibieron la bandera amarilla. La víspera de su debut había finalizado. Su sueño de acceder a la Q2, truncado por la mala suerte y un problema técnico. "Me sentía mejor con el coche en la parte rápida. Hemos tenido el problema, pero estoy muy contento, porque no hemos cometido ningún error y esperamos si podemos terminar mañana la carrera", declaró Alguersuari tras su actuación.
Quedaba entonces otro español, Fernando Alonso, que a punto estuvo de correr la misma suerte que su compatriota. El asturiano padeció la presencia de las banderas, pero consiguió rebasar la línea de meta segundos antes de que se detuviera el reloj y arregló el enredo de su 16º posición con el sexto puesto, justo por detrás de su compañero Nelsinho. Desde entonces, el R29 fue como un tiro.
Mientras Briatore respiraba aliviado en Renault, Nico Rosberg le arrebataba el primer puesto a Vettel. El alemán no se recuperó, ni rebajó el umbral del minuto y 20 segundos. Lewis Hamilton y su colega de boxes, Mark Webber, segundo y tercero, sí. Avisó el británico, y minutos después, antes de que reinara la confusión, dió el golpe sobre la mesa. Tras nueve carreras y varias intentonas, McLaren también parecía reaccionar. El nuevo difusor, las evoluciones aerodinámicas y el mejor rendimiento del motor empezaban a dar su fruto, y sus dos pilotos fueron protagonistas de la Q2 junto a Felipe Massa, aunque éste por motivos muy distintos.
Massa, operado con éxito tras un grave accidente
El tiempo se detuvo unos minutos por el accidente del brasileño durante al final de la segunda ronda de calificación del gran premio. El fuerte impacto de un muelle en el casco de Massa hizo perder el control al piloto de Ferrari y acabó estrellando su monoplaza a toda velocidad de forma escalofriante contra la barrera de protecciones. Desde ese momento, el régimen de vueltas del motor de su cavallino se dispara y, sin control, acaba destrozado bajo las ruedas que protegen la escapatoria del circuito. Minutos después llegaba el coche médico y el piloto era trasladado al centro médico para una primera evaluación. Massa recuperó la conciencia, pero el brutal golpe obligó a trasladarle en helicóptero a un hospital para un examen más exhaustivo que ha revelado que el piloto sufre una lesión ósea supraorbital, por la cual ha sido operado con éxito y no participará en la carrera de mañana.
Tras el accidente la sesión se reanudó sin Rubens Barrichello, que por primera vez no pasó el segundo corte de una pole, ni Jenson Button, para quien una tercera posición parece una actuación discreta. Fernando Alonso abrió el duelo de Red Bull con McLaren a una pelea a tres bandas, y en cinco minutos resolvió el desaguisado con la calificación más paradójica de los últimos años. El registro de los tiempos se perdió a falta de dos minutos para que finalizara la prueba por un fallo informático, y el paddock se convirtió en un hormiguero de rumores. Ni Hamilton, ni Vettel, ni Button ni Alonso sabían cómo habían concluido. Sólo Webber estaba seguro de que no lo había conseguido. Un error en el segundo sector condenó su última oportunidad, y el australiano era consciente de su derrota.
Al final, tras unos minutos de desconcierto, la sonrisa de Alonso era la más grande de todas. Hungaroring, el circuito que le vio subir por primera vez a un podio de fórmula uno, volvía a dar una alegría al bicampeón. "Hemos encontrado la buena dirección", declaraba Alonso, que partirá primero mañana, escoltado por los Red Bull de Vettel y Webber. Como ya ocurrió el año pasado, Renault parece haber empezado a despertar. Aún falta la confirmación.
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