La estrella del cartel se llama España

Por primera vez en su historia, España acude a un torneo de altos vuelos con la etiqueta de favorita cosida en el escudo. Y no le pesa. La selección campeona de Europa, considerada por la FIFA como la mejor del mundo, se presenta en la Copa Confederaciones avalada por un fútbol que ha cautivado al mundo entero. Ni las medallas que Brasil se ha ido colgando a lo largo de su historia, ni la demostrada competitividad de Italia, sus dos grandes rivales en el torneo, tienen más peso que el maravilloso fútbol mostrado por el equipo que dirige Vicente del Bosque, que acumula 32 partidos sin perder. Salta a escena España a un torneo joven, con 17 años de vida, que sin embargo han hecho grande algunos de sus campeones. Desde que Argentina lo conquistara en 1992, con Simeone y Batistuta de líderes, por lo más alto del podio han pasado la Dinamarca de los hermanos Laudrup (1995), el Brasil de Romario y Ronaldo (1997), México (1999), una Francia intratable incluso sin Zidane (2001 y 2003) y el Brasil de Ronal dinho y Kaká (2005). En 2003 se produjo el acontecimiento más dramático de la historia de la Copa, cuando el camerunés Foé murió tras caer fulminado al césped en un partido que enfrentaba a su selección con Colombia.

Se pone de largo España en Suráfrica con el mismo equipo que se hartó de gloria en la Eurocopa. Sólo la baja de Iniesta ha enturbiado el ánimo de unos jugadores que no se sienten invencibles, aunque los hechos parecen demostrar lo contrario. Del Bosque, el mejor debutante en el banquillo de la selección en la historia, ha decidido no tocar un bloque que a ratos roza la perfección. Enfrente, en la primera fase, se encontrará el equipo a Nueva Zelanda, Irak y Suráfrica, rivales que no deberían dar mayores problemas. Luego llegarán las semifi nales y, si la lógica se impone, el cruce con Brasil, abanderado por Kaká, o Italia, los dos grandes del otro grupo. Será ése el momento de la verdad, el de los grandes, los Casillas, Xavi, Villa y compañía, componentes de una selección irrepetible.

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