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BALONCESTO | NBA

Fisher deja a los Lakers a un paso del título

Los triples del capitán sentencian y Gasol remacha a los Magic

Fisher, el capitán, volvió a ser el salvador, el hombre de los triples providenciales. Gracias a ellos los Lakers culminaron una remontada impresionante, forzaron la prórroga y en ella remacharon un triunfo que les permite acariciar el título. Su trabajadísima victoria por 91-99 deja la final en 3-1 a su favor. Disponen de tres ocasiones para lograr el triunfo que pondría el anillo en sus manos. La primera volverá a ser en Orlando, en la madrugada española del lunes (2.00, Canal +) y, si fueran necesarios, el sexto y el séptimo partidos serían en Los Ángeles, el miércoles y el viernes de madrugada, hora española. Pero a los Magic se les ha puesto la cosa ya muy cuesta arriba. Para ser campeones tendrían que ganar los tres partidos.

ORLANDO MAGIC 91 - LOS ÁNGELES LAKERS 99

Orlando: Alston (11), Lee (4), Turkoglu (25), Lewis (6), Howard (16) -equipo inicial-; Pietrus (15), Battie (2), Redick (6), Nelson (2) y Gortat (4).

Lakers: Fisher (12), Bryant (32), Ariza (16), Gasol (16), Bynum (6) -equipo inicial-; Odom (9), MBenga (0), Walton (6), Farmar (0), Powell (2), Vujacic (0) y Brown (0 ).

Amway Arena de Orlando. 17.461 espectadores.

Pau Gasol acaricia ya el mayor sueño de su vida, ganar el título de la NBA. Y él fue quien definitivamente puso el candado a un partido en el que logró 16 puntos y 10 rebotes y de esa forma redondeó el día porque suma la fantástica cifra de mil puntos en los 55 partidos de playoffs que lleva en su carrera en la NBA y también superó la cifra de los 500 rebotes. El partido tuvo dos caras. En la primera parte los Lakers rozaron el naufragio. Los Magic, pese al nefasto día de Lewis, estuvieron a punto de dejarlo visto para sentencia. Llegaron a obtener una ventaja de 12 puntos que mantenían al inicio del tercer cuarto (49-37). Además, los Lakers sufrieron muchos problemas con las faltas personales, su cruz a lo largo de todo el encuentro.

Pero Phil Jackson recompuso a su equipo durante el descanso, volvió a recurrir a su mejor arsenal y por momentos fueron los Lakers los que desmantelaron a los Magic. El parcial del tercer cuarto lo dice todo: 14-30. Ariza, a cero hasta entonces, se enchufó para anotar 13 tantos en ese periodo. Los Lakers pasaron a dominar el partido aunque su ventaja no fue muy amplia (63-69). Los Magic forzaron constantes faltas tanto dentro como fuera de la zona. Eso les permitió marcar diferencias desde la línea de tiros libres, desde la que anotaron 10 de los 17 lanzamientos que dispusieron en ese último cuarto. Los Lakers, en cambio, no dispusieron de un solo tiro libre en ese periodo.

Los Magic, con un Turkoglu en vena de aciertos y dominando el ritmo de juego, volvieron a imponerse y llegaron a ver casi decidido el partido. Vencían por cinco puntos (87-82) y dispusieron de una posesión que culminó Lewis con un fallo a falta de 39 segunods. Ese intervalo le valió a los Lakers para empatar y forzar la prórroga gracias a una canasta de Gasol (87-84), tras la que Howard, a falta de 11 segundos, falló dos tiros libres. Quedaban por jugar todavía 11 segundos y a los Lakers les sobraron cuatro para poner el balón en las manos de Fisher y que este anotara un triple que empató el partido.

En la prórroga volvió a decidir Fisher con otro triple a falta de 31 segundos para el final (91-94). Los Magic no acertaron en la siguiente jugada y Pau Gasol culminó una acción de contraataque con un mate y tiros libres a causa de una falta intencionada que recibió de Pietrus. Siendo importantes los mil puntos y más de 500 rebotes que acumula en sus cinco participaciones en los playoffs, más lo son su constancia y su pundonor. Lo volvió a demostrar en un partido en que por momentos fue rebasado por el poderío de Dwight Howard, autor de 16 puntos, 21 rebotes y nueve tapones, un récord en las finales. Otro hubiera lanzado la toalla o se hubiera desesperado tras un inicio de partido nefasto. Gasol sumó pronto dos faltas y hasta el minuto 14 no obtuvo su primer rebote y no metió su primera canasta. Pero, fiel al refrán, el que ríe último ríe mejor y esta vez fue Gasol quien se salió con la suya.

Pau Gasol
Pau GasolREUTERS

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