_
_
_
_
_
Entrevista:XAVI HERNÁNDEZ | Centrocampista del Barcelona

"Guardiola se merece un 10"

Tiene 29 años y lleva en el Barcelona desde 1991. A los 11 años aprendió conceptos futbolísticos de los que hace bandera sobre el campo y que le ha escuchado repetir a Pep Guardiola en las charlas durante esta temporada triunfal. Con Pep ganó una Liga cuando eran compañeros y, desde anoche, comparten otra juntos. Pero ahora Pep es el mister. Xavi ha jugado 33 partidos de Liga, ha marcado seis goles y dado hasta 16 asistencias.

Pregunta. ¿El secreto es el plato de pasta y el filete que se ha comido hoy [por ayer sábado] junto a sus compañeros en la Ciudad Deportiva? ¿El secreto es comer juntos?

Respuesta. Es importante, hay pequeños detalles que si se cuidan, ayudan. Lo notas; está bien controlar la alimentación, el peso, la grasa. Fundamentalmente los profesionales nos cuidamos, pero cuando hay una disciplina y un orden, quedas retratado si te pasas: das la nota.

Más información
El Madrid abandona la lucha
Hasta Di Stéfano es del Barça
Del Liceo al Camp Nou

P. ¿El jugador lo agradece, lo nota?

R. Sí. Empezando porque, si no, esto era la casa de tócame Roque: no pasa nada si te metes un kilo de más, no pasa nada si llegas un minuto tarde... Pues no, todos los detalles son importantes. Cuando los preparadores físicos, los médicos, los fisios trabajan con atención el jugador no tiene excusas.

P. El descanso también es importante. ¿Por eso viajan el mismo día del partido?

R. Estábamos acostumbrados a que un partido se tenía que preparar desde el día antes en un hotel y ahora resulta que no. Hemos roto un tópico. Descansar puedes descansar en tu casa. ¡Dónde estás mejor que en casa, con tu cama, en tu sofá, con tu tele...! En el hotel te entra un tedio... el partido no llega nunca. Así llegas igual de concentrado al partido.

P. ¿La temporada se les ha hecho larga?

R. No, me ha pasado volando. La Liga se podía haber hecho más corta, pero el Madrid ha hecho números de campeón; su torneo ha sido extraordinario y tiene mucho mérito. Nosotros hemos estado a un nivel excelente. Hemos fallado dos partidos por vuelta. Hace semanas que teníamos que ser campeones. La primera Liga de Van Gaal la gané con 85 puntos y hemos necesitado 86, a falta de tres jornadas. Eso demuestra que ha habido rival, que no ha sido un paseo.

P. Es su cuarta Liga. ¿Qué la hace diferente de las otras?

R. Es especial porque hemos hecho el mejor fútbol, al menos desde que yo estoy en el primer equipo. No he visto nunca jugar a este nivel, ni he jugado en un equipo mejor, a nivel de bloque. Tenemos individualidades, pero por encima de todo hemos ganado como equipo: el ritmo, la velocidad, la presión, siempre a un toque, el tercer hombre... la gente va directa al grano, se deja de historias. No busca la floritura, sale sola. Para mí, una pared es una filigrana. nos lo hemos currado. Estoy orgulloso.

P. ¿Qué es el tercer hombre?

R. [Se ríe] Pues yo estoy aquí, busco al delantero centro [va moviendo las manos, como hace Guardiola desde el banquillo] el pase me salta una línea porque a mí el 9 me la deja de cara y entonces yo, que he dejado a mi marcador a la espalda, recibo de cara y decido si la doy a la izquierda, a la derecha, o se combina directamente con el tercer hombre que llega. Es una jugada muy difícil de defender, porque cuando yo toco y me muevo, tú te giras; la hemos hecho mucho, porque lo hemos aprendido de niños en La Masia. La gracia de este equipo está en la velocidad con la que combinamos, y eso sólo es posible a partir de entender el juego de apoyos, ofrecerse siempre.

P. Tras la época de la camilla y del gimnasio, ¿la dinámica de este año le reconforta más como futbolista o como aficionado culé?

R. Es que el fútbol profesional es esto. No hay más secreto que cuidarte y trabajar. Luis Aragonés lo dice siempre: 'Cuanto más trabajo, más suerte tengo'. Y es verdad, no falla. 'Y cuanto más voy, menos me lesiono. Me lesiono porque yo quiero' nos decía Luis. Todo está en la mente. Y eso Pep lo ha tenido muy claro desde el principio. Esta Liga es el premio a la solidaridad, porque todos hemos creído que primero era el equipo y después las individualidades. Da gusto ver a Messi, el número uno del mundo, corriendo por el bien del equipo, tapando la salida de su lateral. ¿Y Eto'o? ¡Es la de Dios!

P. ¿Quién ha hecho bueno a quién?

R. El mister nos ha dado orden dentro y fuera del campo. Primero nos devolvió la ilusión, las ganas, la confianza, nuestra autoestima. Al principio se pasaba el día diciéndonos 'Qué buenos que sois, es que sois muy buenos. Si jugáis en cinco metros, no nos gana nadie'. Yo me incorporé cuando ya había comenzado la pretemporada ¡y me los encontré currando a un nivel! Lorenzo, Emili, Juanjo, Paco, Altamira... no te daban tregua estaban encima, vamos, venga, 15 repeticiones... Y la gente enchufada, así que pensé: 'o me subo al tren o se largan sin mí'. Nos miramos al segundo día Puyi, Andrés [Iniesta] y yo, y nos dijimos: 'nene, que pasa aquí, estos van a full'. Lo primero que nos dijo es que partíamos de un orden y de una disciplina. A partir de ahí nos habló de la idea de juego, de la camiseta del Barça y nos dijo que todos seríamos importantes. Pep se merece un 10.

P. ¿Incluso cuando perdieron dos partidos?

R. Vino y nos dijo: 'Creed en mí, seguidme, vamos bien'. Y nos fuimos detrás de él... Ha sido un año magnífico. Pep era así cuando le tenía de compañero: entusiasta, emprendedor, comprometido. El día del Gamper le prometió a la gente que correríamos y ¡joder si hemos corrido! Hemos jugado muy bien porque hemos trabajado mucho. Pero me lo he pasado de narices. Ir a entrenar era una pasada. He visto juegos de posición en los entrenamientos... ¡un nivel, da gusto! Hemos rozado la perfección sin público: ¡unas conservaciones de la pelota, un espectáculo! A mi me gusta más un rondo de conservación que meter un gol por la escuadra, Tu piensas antes de recibir, pero al que se la das, ha pensado antes de que se la dieras. Pim, pam... He disfrutado como un niño.

P. Imagino la respuesta, pero, ¿con qué partido se queda?

R. Con el del Bernabéu, por supuesto, fue la felicidad, distinto a Stamford Bridge. En Londres fue: 'Hemos tenido suerte, pero qué alegría'; lo de Madrid supo a: '¡Lo hemos bordado, máquinas!'. Hicimos el fútbol que queríamos en el momento justo, el día justo; la perfección, el guión perfecto. En Londres sufrimos, menos mal que llegó Andresito. 'Qué grande hijo, qué grande', sólo me salía eso cuando acabó el partido. Es que normalmente a esa pelota Andrés no le pega; la para y busca mejor opción, pero le botó justito y ¡zas!. Yo venía en carrera y le grité. '¡Andrés, Andrés!' Menos mal que no me hizo ni caso. Se merecía Andrés el gol, se lo merecía. Ahora ¿donde están los idiotas que decían que no podíamos jugar juntos? No fue a Valencia porque se quedó a trabajar para llegar a Roma, así es Andrés. Pero estaba, siempre está...

P. ¡Vaya fiestón en Mestalla!

R. Jugamos muy bien y no lo tuvimos fácil, tuvimos que pelear ¿Sabes qué pensé? Que tal y como está la vida, con la que está cayendo, lo mínimo que podemos hacer nosotros es dejarnos el alma en cada partido para que la gente esté orgullosa. Mira los del Athletic, perdieron, pero estaban orgullosos de su equipo. Tengo colegas a los que se les acaba el paro ahora y... viven en un agobio. Hay mucha gente jodida que es del Barça y que por lo menos tienen la alegría de sentirse orgullosos de cómo defendemos una idea. Y si al final ganamos, lo mejor es ver su alegría. Es lo mejor de ganar, hacer feliz a la gente.

El jugador del Barcelona, Xavi Hernández, da instrucciones a sus compañeros.
El jugador del Barcelona, Xavi Hernández, da instrucciones a sus compañeros.VICENS JIMÉNEZ

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_