Suramérica se estrecha

Algo se mueve en Suramérica. Brasil y Argentina se clasificarán con casi toda seguridad para el Mundial de Suráfrica 2010. Como siempre. Pero acumulan desasosiego porque varios equipos les han puesto en entredicho y otros tantos los han sometido. Los cuatro primeros acudirán a la cita mundial y el quinto disputará la repesca ante el 4º de la CONCACAF.

Incontestable Paraguay. Once jugadores que forman uno. Dirigido soberbiamente por Tata Gerardo Martino, Paraguay no ofrece fisuras. Fortalecidos en casa y espoleados por la puntería de los hombres avanzados (Valdez, Cabañas y Roque Santa Cruz), lideran la tabla con suficiencia. Es el relevo definitivo a la generación de la década de los 90', cuando Chilavert, Acuña, Cardozo o Gamarra mostraron un fútbol físico capaz de competir con cualquiera.

Dinamita Argentina. Maradona como epicentro. Su equipo no demostró un fútbol fluido y plástico, por más que le endosara cuatro goles a Venezuela. El abandono de Riquelme ha dejado al combinado huérfano del último pase. Pero los menudos arietes Agüero, Tévez y Messi son determinantes e incisivos. Poco juego pero mucha pegada.

Anónima Brasil. Carente de imaginación y de recursos con el balón controlado, Brasil resulta un espejismo del jogo bonito. Dunga, cuadriculado, reta a las estrellas del equipo -Ronaldinho y Kaká- y acumula músculo en la medular, como Felipe Melo y Gilberto Silva. A Brasil le cuesta domar la pelota y se encuentra más cómodo jugando al contragolpe. Es sintomático que destaque Julio César, el portero.

Asombrosa Chile. Recluido en la ciudad deportiva de Santiago, Bielsa estudia vídeos de los rivales sin fatiga. Y se atreve con todo. Como jugar con un media punta, tres extremos y un ariete en el último duelo ante Perú. Son rápidos, verticales y elaboran un fútbol tan atractivo como elegante. Bielsa puede devolver a Chile a un Mundial, algo inédito desde 1998.

Perseverante Uruguay. Cobijados por una zaga sensacional (Cáceres, Lugano, Godín), Uruguay no se rinde en su empeño. Corre, se entrega y lucha con denuedo. Pero le cuesta abrir los partidos, por más que Forlán y Luis Suárez sean dos delanteros de alto copete, ligados al gol.

Irregular Colombia.Al técnico Eduardo Lara se le señala de apocado por confiar en los futbolistas que le encumbraron con la selecciones inferiores. El equipo sufre para sacar la pelota jugada y no trenza en la medular. El ácido está en el área rival, donde Rentería, Quintero y Falcao solucionan los entuertos.

Incompleto Ecuador.El equipo, veloz y relampagueante por definición, posee laterales de largo recorrido, medios de buen toque y extremos profundos. Pero carece de un ariete rematador.

Inmadura Venezuela. César Farías tira de los jóvenes que lograron por primera vez en la historia clasificar a Venezuela para el Mundial Sub-20 de Egipto 2009. Les falta mordiente y veteranía para codearse con las grandes potencias.

Ramplona Bolivia. Sin picante en las posiciones adelantadas, el equipo pierde enteros en la tarea defensiva. Sale a más de dos goles en contra por partido y su técnico Edwin Sánchez incluso reservó a jugadores frente a Colombia para medirse a Argentina.

Caótica Perú. Con problemas estructurales serios, a la selección le envuelven rumores de chanchullos económicos y de corrupción. Los jugadores son indisciplinados -varios están apartados del equipo por una juerga sonada tras empatar ante Brasil-, y el técnico Chemo del Solar parece desbordado.