Canobbio mantiene vivo al Valladolid
El sportinguismo, que tiene una cuenta pendiente desde las dos finales perdidas en 1981 y 1982, vuelve a ilusionarse con la Copa. Ayudado por un sorteo generoso y por el escaso interés de sus primeros rivales, el Numancia y el Valladolid, el equipo asturiano tomó ventaja en la eliminatoria, que mantiene la emoción por un gol postrero de Canobbio.
Barral es uno de los muchos delanteros formados en la cantera del Madrid que ha tenido que buscarse la vida lejos de Valdebebas. Cada vez que Preciado le da bola, Barral quiere comerse el mundo. Ya lo hizo en la anterior eliminatoria, frente al Numancia, y lo repitió ayer ante un Valladolid que le dio todas las facilidades para que reivindicase su vena de oportunista. En 18 minutos dejaba muy favorable para el Sporting una convocatoria que los dos entrenadores habían planteado, como mínimo, a 180.Barral puso la contundencia y Carmelo el arte. El canario tiene tanta calidad que es imprescindible para este Sporting. Su ausencia por sanción en Málaga fue tan negativa como determinante su presencia ayer, igual que la de otros titulares habituales, como Neru, Matabuena y Diego Camacho, que reaparecían tras sanciones y lesiones.
Sporting 3 - Valladolid 1
Sporting : Sergio Sánchez, Sastre, Iván Hernández, Neru, José Ángel, Matabuena (Jorge m 79), Diego Camacho (Michel m 74), Maldonado (Luis Morán m 70), Carmelo, Omar y Barral.
Valladolid : Alberto, Pedro López (Iñaki Bea m 45), Luis Prieto, Nano (Sesma m 74), Marcos, Mendunjanin (Rueda m 68), Vivar Dorado, Aguirre, Canobbio, Escudero y Ogbeche.
Goles : 1-0 Barral (m 9), 2-0 Barral (m 18), 3-0 Carmelo (m 37), 3-1 Cannobio (m 90).
Árbitro : Pérez Burrul.
Incidencias : Se guardó un minuto de silencio en memoria del ex jugador del Sporting Pio fallecido la pasada semana. Alrededor de 8.000 espectadores.
El Valladolid perdió potencial con las rotaciones impuestas por Mendilibar. Y lo pagó con una imagen alejada de la solidez que el equipo muestra ende la Liga. Tuvo mucho el balón, lo trató mejor que el Sporting, pero falló en las dos áreas. Sólo Canobbio pareció en condiciones de alterar el ritmo de un equipo sin chispa.
Como Ogbeche, que ya con 3-0 falló un mano a mano con Sergio Sánchez. Éste fue determinante para mantener el cero hasta casi el final, tras un segundo tiempo en que el Sporting olvidó la puerta contraria. Cuando parecía que ya había pasado lo peor, cumplido el minuto 90, Canobbio cabeceó un centro de Sesma y devolvió el interés a la eliminatoria.
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