"Si no dan el 200 por cien no ganan"
Los españoles destacan la intensidad y fuerza de Estados Unidos pero se quejan con dureza de la actuación arbitral
Pau Gasol, barbudo y con el pelo enmarañado, describió una batalla. Sus compañeros, un partido tremendo, luchado a brazo partido y mediatizado, dijeron, por los árbitros. "Ha sido escandaloso. Da mucha rabia que nos arbitren así", expuso Felipe Reyes. "Si han cambiado las reglas, que nos avisen", continuó Rudy Fernández. "Me muerdo la lengua", añadió Jorge Garbajosa. El banquillo español recriminó varias decisiones a los árbitros. Hubo toallas volando por el aire, jugadores saltando desde sus sillas, y técnicos penetrando en la pista. Estaban convencidos de que a los estadounidenses no les pitaron los frecuentes pasos y varias faltas.
"La principal diferencia entre este partido y el de la fase de grupos ha sido la intensidad", resumió Gasol, máximo anotador del torneo con 19,6 puntos de media. "En ningún momento nos hemos visto perdedores. Entonces nos faltó chispa y confianza, porque salimos derrotados y satisfechos por el pase a cuartos", prosiguió el pívot, que no aclaró si disputará el Europeo de Catowice 2009. "Ahora nos vamos perdiendo, pero dejando la imagen de lo que somos: un equipo único, muy especial y que quiere ganar contra quien sea" ¿Fue el mejor encuentro de España? "Hay que mirar cada partido como una batalla distinta. Éste dice mucho de nosotros y de lo merecedores que somos de estar aquí, pero no puedo decir que una derrota sea el mejor encuentro de esta selección".
Todo, la batalla, los golpes y los aciertos espectaculares, lo vivió, con 17 años, Ricky Rubio. El chico pisó cuatro veces una toalla tirada en el suelo para secarse la suela de sus zapatillas. El gesto precedió en varios segundos a su misión más distinguida, sustituir como titular al lesionado Calderón. "Ellos han tenido que dar más del cien por cien, cerca del 200 por cien porque, si no, no ganan", resumió el base extremeño, que vivió el partido en el banquillo. "Hemos demostrado que somos mejores. Si el arbitraje hubiera sido con las reglas FIBA, hubiéramos ganado. Se les ha visto un poco más nerviosos que en otros partidos...".
España, que se marchó a cenar al Mare, un restaurante especializado en tapas en XinDong Road, conspiró en el calentamiento con la magia de los números y los recuerdos. En China, donde la numerología es una guía vital, los jugadores españoles dedicaron su preparación a saltar bajo la protección del dígito de la suerte. Todos vistieron una camiseta con el número ocho y unas palabras en chino mientras sonaba el Bulería, bulería de David Bisbal.
Fue un homenaje al dueño del dorsal, Calderón, y un recordatorio de las difíciles circunstancias en las que el equipo consiguió su gran éxito: España venció el Mundial de Japón 2006 tras recordar de igual manera al lesionado Gasol. "Hemos afrontado la final con muy buen espíritu y, de haber tenido un poco más de suerte en algún tiro, habríamos tenido opciones de victoria", dijo Aíto, el seleccionador. "Ellos han puesto fuerza y velocidad. Nosotros talento y ganas. Ha sido un partido espectacular".
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