Federer: "Sólo un puñado de jugadores puede ganar a Nadal en arcilla"

El número uno del mundo, el suizo Roger Federer, vuelve a luchar por la conquista del Masters Series de Montecarlo y, tras superar al serbio Novak Djokovic en semifinales, volverá a encontrarse con el español Rafael Nadal, vigente campeón y su verdugo en las ediciones recientes. "Estoy muy contento con la manera que estoy jugando", ha reconocido el helvético, feliz por volver a cruzarse con el español. "Es impresionante. Está jugando de forma excelente", ha admirado de Nadal.

Federer se ha visto beneficiado por la retirada de Djokovic en el sexto juego del segundo set. El número uno del mundo ganaba por 6-3 y 3-2 cuando el vencedor del Abierto de Australia decidió abandonar. Ahora le tocará cruzarse con Nadal, que le supera en los precedentes. Un total de ocho victorias en catorce enfrentamientos para el balear, que presenta una autoridad palpable en los choques sobre tierra batida. Seis triunfos y una sola derrota, la del Masters Series de Hamburgo del año pasado. "Sólo un puñado de jugadores puede ganar a Nadal en arcilla. Es una superficie que domina con autoridad. Me gustaría ser capaz de hacerle frente en la final de mañana y verme con él otra vez en otros, próximos momentos importantes. Me siento fuerte. Estoy jugando bien otra vez", ha explicado el suizo.

Nadal, tres veces campeón en Montecarlo, no ha perdido un set en este torneo desde que ganó la final del 2006, precisamente, a Federer. Ni siquiera ha tenido que disputar un tie break. "Creo que estoy jugando bien, estoy haciendo un buen trabajo", ha admitido Nadal. "En cada partido me encuentro más a gusto en esta superficie. Me siento bien. Llevo la iniciativa. Soy capaz de dominar cada punto y cada vez tengo más confianza en mi derecha", ha indicado el tenista español, que superó al ruso Nikolay Davydenko por 6-3 y 6-2.

El serbio Novak Djokovic desperdició una buena ocasión para hacer historia en Montecarlo. Nunca había llegado a las semifinales de este torneo y decidió abandonar en el choque frente a Federer. "Desde el principio no me he sentido bien", ha explicado Djokovic, que se quejó de mareos y dolor de garganta. "No podía recuperarme después de cada punto. He sentido mareos en los últimos tres días. No sé qué es. El doctor del torneo no era capaz de darme un diagnóstico preciso. Intentaré ver qué es lo antes posible".

Djokovic padeció una enfermedad similar en febrero pasado, en la eliminatoria de Copa Davis contra Rusia. Decidió no jugar contra Davydenko en aquella ocasión. "No valía la pena seguir. Tengo veinte años y mucho tiempo por delante y muchos torneos por jugar", ha agregado el campeón del Abierto de Australia. El que se ha tenido que resignar a la superiorioridad de su contrincante, Rafa Nadal, ha sido Nikolay Davydenko. "Cada punto es una particular lucha. Nadal es muy duro y físicamente está a un nivel superior", ha concedido el ruso. "Notaba las bolas cada vez más pesadas y no he podido golpear tan rápido como otras veces. Aún así, creo que ha sido una buena semana para mí".