El Boavista sigue la estela del Levante
Los jugadores del equipo portugués convocan una huelga con motivo de los atrasos en los pagos de los salarios
Los jugadores del club de fútbol portugués Boavista portugués decidieron hoy ir a la huelga el próximo domingo, debido al atraso en el pago de salarios, la primera demostración de este tipo después del 25 de abril de 1975, cuando triunfó la Revolución de los Claveles. Joaquim Evangelista, presidente del Sindicato de los Jugadores Profesionales de Fútbol, lamentó que esto se produzca en una institución centenaria como es el Boavista. Los jugadores tienen dos meses y medio de atraso en los salarios y esta huelga puede marcar el principio del fin del club del norte de Portugal, según analistas deportivos.
El Boavista, en el décimo puesto de la clasificación, no se presentará en el terreno para recibir al Nacional de Madeira, el próximo domingo, por lo que perderá los tres puntos en juego en ese encuentro. Pero lo más grave es que el Boavista no ha cumplido con el pago de uno de los plazos de la transferencia del jugador Fary, del Beira Mar, y se arriesga a ser declarado en proceso de impago, según una sentencia del Tribunal de Comercio de Gaia. Casi cinco años después, el Boavista debe todavía 130.000 euros al Beira Mar. La eventual declaración de insolvencia del Boavista supondría la extinción de la Sociedad Anónima Deportiva y, de acuerdo con el reglamento disciplinario de la Liga Portuguesa de Fútbol Profesional (LPFP), su salida de las competiciones profesionales por un periodo de uno a cinco años.
La gestión durante casi tres décadas del club por parte de Valentim Loureiro y de su hijo Joao dejó un pasivo superior a 40 millones de euros, que heredó el pasado mes de noviembre el actual presidente del club, Joaquim Teixeira. Teixeira tuvo la esperanza de que el empresario Sergio Silva sacara al club de esta situación, ya que había prometido invertir unos 38 millones de euros en el Boavista. Pero el primer cheque que entregó al presidente no tenía fondos y Silva fue detenido hoy por la Policía Judicial. La otra huelga de futbolistas que se recuerda en Portugal fue por razones políticas. Sucedió en mayo de 1962, cuando los jugadores del Académica (Coimbra) se lanzaron a la huelga en solidaridad con los estudiantes, duramente reprimidos por la dictadura de Antonio Oliveira Salazar.
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