Más cerca de la Eurocopa
España vence (2-0) gracias a los goles de Xavi y Fernando Torres ante una débil Letonia
En el fútbol, algunas cosas nunca cambian. Desde el abrumador dominio de Brasil, hasta el pragmatismo planteado por el estilo italiano, pasando por otras estaciones como el mecanicismo germano, la estética holandesa o el incansable ímpetu de los ingleses. Distintos estilos, versiones muy divergentes, pero que reúnen un punto de encuentro: el sello propio. Muy lejos de todas ellas se encuentra España.
A diferencia de Alemania, Inglaterra u Holanda, titanes de marca registrada, la selección española sigue empecinada en divagar por el espacio futbolístico en busca de una identidad. Su última odisea, el partido frente a Letonia, donde una vez más quedó patente la precariedad del conjunto español. Eso sí, España arañó tres valiosos puntos, secundados por el triunfo de Islandia sobre Irlanda del Norte, que le aproximan a la Eurocopa del 2008. Bendita quimera.
No obstante, la indefinición española contrasta con las ganas de sus jugadores. En medio de un Carlos Tartiere abarrotado, los hombres de Luis Aragonés ofrecieron un derroche de voluntades desacompasado por un pobre juego colectivo. Frente a Letonia, un rival de entidad menor, el gran objetivo residía en los tres puntos. El choque invitaba a una apuesta vertical, una proposición de ataque, pero la elección de Albelda en el once inicial en lugar de Iniesta cambió las tornas.
España comenzó de más a menos. Las arrancadas de Joaquín y Silva por ambas bandas desperezaron al conjunto español, que encontró en Xavi a su mejor capataz. Bajo el mando del centrocampista, España hilvanó sus mejores acciones de ataque. Descartada la opción de entrar por el centro ante la solidez del muro letón, el jugador catalán apostó por la asociación con Joaquín. Precisamente, de esa unión nacería el gol del combinado español. Después de recibir un pase en la banda, el extremo andaluz dibujó una bellísima bicicleta para servir el gol en bandeja a su compañero. Un tanto que, a priori, parecía resquebrajar el rocoso esquema báltico.
Sin embargo, lejos de buscar la puntilla España entregó el esférico a su rival. Desapareció su dominio, retrocedió líneas, bajó el nivel de intensidad y los jugadores letones comenzaron a aproximarse a las inmediaciones del área de Casillas. Cuando el balón se alejó de los pies de Xavi, España comenzó a tener muchos problemas para generar su juego. Marchena y Juanito exhibieron sus dificultades para sacar la pelota y transmitieron ese nerviosismo al resto del equipo. Fruto de esa inseguridad, Verpakovskis gozó de una gran ocasión antes de enfilar el túnel de vestuarios, pero el ex jugador del Getafe no llegó a conectar el remate.
Acoso español; resistencia letona
En la segunda mitad, la entrada de Iniesta y Cesc hizo variar el guión del partido. Las incursiones del jugador del Barcelona desde la banda izquierda generaron multitud de opciones y sembraron de incertidumbre a la zaga letona. Sergio Ramos también animó la contienda con algunas galopadas que se toparon una y otra vez con el muro báltico. Al final, después de casi cuarenta minutos de ensañamiento y un peligroso caminar por el alambre, fue Fernando Torres -muy trabajador toda la noche- quien logró perforar la portería de Vanins tras enviar a la red un rechace.
Demasiados nervios, excesivos problemas para un partido que con un punto más de definición se habría saldado con una goleada. Lo mejor, el balance final. Tras el triunfo, España se encuentra más cerca de la Eurocopa. Ahora, Dinamarca es el rival a batir gracias a la inesperada colaboración islandesa. Tensión, emoción y dudas, pero la selección ya sueña con Austria y Suiza. Y los letones siguen si marcarle un gol. Algunas cosas nunca cambian.
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