Muerte en el hipódromo
Nagore Otaño, de 29 años, se rompió el cuello al caerse en una carrera en Lasarte
Era la novena prueba de Nagore Otaño, que participaba en la segunda carrera de la tarde, en el premio Fol Parade que está reservado a amazonas y gentleman. Otaño montaba a la yegua La Chaparrita, de la cuadra Las Américas. Cuando llevaba transcurrida media carrera, a la altura de la curva de Bugatti, La Chaparrita, que marchaba en cuarta posición, sufrió un percance con uno de los ejemplares que le precedían, lo que provocó su caída y la de su amazona. Ambas quedaron tendidas en la hierba.
El preparador de la cuadra Las Américas, Octavio Becerra, fue una de las primeras personas que atendió a la amazona. Becerra intentó reanimarla practicándole el boca a boca. La ambulancia del hipódromo trasladó a Nagore con urgencia al Hospital Donostia. La amazona llegó con parada cardiorrespiratoria y con una fractura en el cuello como consecuencia de la caída. Los médicos no pudieron hacer nada por salvar su vida.
Por su parte, la yegua pudo reincorporarse tras ser desensillada y abandonó el lugar con total normalidad, a pesar de que tras el impacto también quedó tendida en la hierba.
La noticia del fallecimiento de Otaño causó una profunda consternación en el hipódromo. Y la sociedad Hipódromos y Apuestas Hípicas de Euskadi, organizadora de las carreras, hizo pública una nota en la que expresa su lamento por el fatal accidente y trasladó el pésame «a la familia y allegados de la señorita Otaño y a toda la familia de profesionales, jockeys, aficionados, mozos, preparadores y aficionados, que en estos momentos deben sentir el dolor que a todos nos embarga».
"No tenía miedo"
La joven amazona fallecida no tenía miedo a participar en la prueba que le costó la vida, sino "mucha ilusión" por competir por novena vez como amateur desde su debut hace dos años. Así lo ha manifestado hoy a Efe César Vidal, uno de los incondicionales del hipódromo donostiarra, como aficionado y asiduo a las cuadras, ya que su hermano, Sergio Vidal, es otro de los jockeys guipuzcoanos, que al igual que Otaño entrenaba cada mañana en sus instalaciones, ubicadas en el barrio de Zubieta.
Vidal ha asegurado que precisamente el pasado jueves vio en el recinto a la joven jinete guipuzcoana y, al preguntarle si iba "a montar el domingo", ella le respondió: "sí, sí, al final sí monto".
"Le dije que si no tenía un poco de miedo -recordó-, porque todos sabemos que no es lo mismo los entrenamientos que correr, que tiene mucho mas riesgo, y ella me contestó que no, que no era para tanto. Estaba muy contenta de montar y tenía mucha ilusión".
Vidal ha explicado que la joven montaba cuatro caballos para el preparador donostiarra Miguel Alonso, quien trabaja en un espacio muy próximo al del entrenador de su hermano, el jockey profesional Sergio Vidal, quien se encuentra "muy afectado" por la trágica muerte de la joven al haber mantenido con ella una relación de compañerismo deportivo bastante estrecha. "Estos accidentes no se los deseas a nadie -comentó César Vidal- pero si hay alguien que no se lo merecía era Nagore, por lo buena persona que era". Además ha agregado que la joven era "muy tímida y reservada", pero sobre todo "una buena montadora, seria y trabajadora", que "nunca llegaba tarde y siempre estaba aquí a las seis de la mañana, porque a los caballos se les saca a entrenar muy temprano".
César Vidal ha destacado la consternación que sufre el mundo de las carreras de caballos en la capital guipuzcoana y ha adelantado que un grupo de amigos y aficionados de la antigua Tribuna General de Lasarte prepara un pequeño espacio de recuerdo a la amazona fallecida, probablemente a la entrada del recinto, para el próximo miércoles, día 15, jornada cumbre de la temporada estival de turf en San Sebastián. Este homenaje de los amigos y aficionados se sumará al que ha organizado la gerencia del hipódromo, quien promoverá ese mismo día que los jockeys participantes lleven un brazalete negro en señal de duelo y pedirá un minuto de silencio en su memoria.
Nagore Otaño Gaztelumendi falleció en la tarde de ayer en el Hospital Donostia, a donde fue trasladada desde el hipódromo de San Sebastián, ubicado en la vecina población de Lasarte, tras sufrir la caída de la yegua "la Chaparrita" durante la disputa de la segunda carrera de la quinta jornada de la temporada de verano.
Según Hipódromos y Apuestas Hípicas, S.A., responsable de la gestión del recinto donostiarra y sus carreras, ésta es la primera vez en los 91 años de historia de esta instalación hípica que muere un jockey. Tras su fallecimiento, a última hora de la tarde de ayer, el cuerpo de Nagore Otaño fue trasladado al Instituto Anatómico Forense de San Sebastián, donde le fue practicada la autopsia, y posteriormente al Tanatorio Donostialdea, en el barrio donostiarra de Rekalde, donde es velado por sus familiares y allegados.
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