El novato que quiere ser rey
McLaren ratifica su superioridad con un nuevo doblete de Hamilton seguido de Alonso y Ferrari, tercero y cuarto
La veteranía es un grado, pero la Fórmula Uno es capaz de romper todos los tópicos. Dentro y fuera de la pista. Fernando Alonso, ajeno a las burlas de algunos medios, ha sacado su coraje a relucir en Indianápolis para abrir su palmarés de triunfos en Estados Unidos, pero no ha sido suficiente. El segundo doblete de Hamilton deja patente que el verdadero enemigo está en casa, que es capaz de soportar la presión en el alerón trasero y que no todo lo que se vierte en la prensa son especulaciones y quimeras deportivas.
Despejados los fantasmas de rivalidad entre McLaren y Ferrari, la atención de la segunda cita norteamericana se ha centrado en la guerra civil de la escudería anglosajona, con Hamilton a la cabeza tras lograr su segunda 'pole' consecutiva, preludio de su magnanimidad en la pista. Hoy el inglés se ha despojado de su título de novato por méritos propios, y con una brillante salida, cerrando todos los huecos, ha logrado mantener su primera posición de principio a fin. El cupo de candidatos al título mundial queda oficialmente abierto para Hamilton; casi medio cerrado para Raikkonen.
Vuelta a vuelta, la imagen deportiva de la semana en la prensa anglosajona ha ido completando ciclos con una precisión suiza, ampliando dos décimas en cada giro a su sucesor, Alonso, a quien un abismo separaba de su inmediato perseguidor, el brasileño Felipe Massa. Kimi Raikkonen, esta vez sin mala suerte, ha mantenido también su plaza, cuarto; y Heidfeld, pese a un percance de frenos que le ha paseado por la hierba, ha seguido cerrando el quinteto de cabeza hasta que un problema de cambios le ha dejado en la cuneta. Sato, Ralf Schumacher y David Coulthard, por su parte, abandonaban la carrera prematuramente.
El primer paso por la calle de boxes ha alimentado los sueños de los seguidores del asturiano cuando era Fernando Alonso quien conseguía recortar distancias a su predecesor. Cerca ha tenido el de Oviedo el adelantamiento. Hasta en dos ocasiones. Pero en ambas Hamilton ha defendido admirablemente su posición durante los 23 segundos de recta peraltada de Indianápolis. Sin titubeos, a lo campeón, el rookie de McLaren le ha cerrado en la cara las puertas del primer podio a su compañero, amplía su ventaja a diez puntos y resalta la importancia de la 'pole' para la consecución de la carrera.
Arruinado el intento de adelantar en pista, Fernando ha optado por esperar al segundo repostaje para probar suerte en el baile de posiciones. Al contrario que en la primera parada, el español ha entrado primero, sin incidencias, y ha vuelto a rodar con neumáticos blandos nuevo en busca de esas décimas que le separaban del primer cajón. Una vuelta más tarde lo ha hecho su compañero, previo bloqueo de ruedas para no superar la velocidad máxima permitida en el pitlane, y la respiración se ha contenido cuando Hamilton finalizaba su paso por boxes con algo más de siete segundos.
Al fondo aparecía Alonso, pero el tiempo debía detenerse un par de segundos para que el asturiano consiguiera alcanzar la cabeza de carrera. La monotonía emocionante de Indianápolis reinaba otra vez sobre el asfalto. Hamilton era líder y las esperanzas se esfumaban poco a poco con la cuenta atrás hasta desaparecer en la vuelta 47: Alonso, en un desliz, conducía su monoplaza por la hierba. Sólo un milagro, que no ha llegado, podía frenar a Hamilton, pero Alonso no cree en las casualidades.
Duelo delante y duelo detrás
Como McLaren, Ferrari también ha librado su lucha personal, esta vez por la tercera plaza. Felipe Massa, que conservaba esa posición desde los primeros compases de la carrera, ha lidiado con el finlandés de 'La Scuderia', que venía como un cohete (incluso ha llegado a marcar una vuelta rápida) dispuesto a vender cara su derrota, pero la antigüedad del brasileño en la firma de Maranello le ha dejado finalmente en el último escalón del podio. La zona de puntos la cierran Heikki Kovalainen, Jarno Trulli, Mark Weber y un sorprendente Sebastián Vettel, que firma una gran actuación al sustituir al accidentado Robert Kubica.
No hubo abrazos tras la 'pole' de ayer en Indianápolis. Tampoco hoy. La rencilla declarada entre Lewis Hamilton y Fernando Alonso ha traspasado el plano periodístico para ser un duelo a nivel personal que, con la victoria de hoy, lidera aún más el británico con dos primeros podios consecutivos. Estados Unidos sigue siendo territorio rebelde para el bicampeón del mundo, que no ha conseguido ganar en el Motor Speedway americano. La 'vendetta' tendrá que esperar, al menos, hasta el primer fin de semana de julio. Indianápolis marca el final de la batalla, pero no el de la guerra.
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