El Celta sufre
El equipo gallego logra la clasificación
Un revitalizado Celta de Vigo logró la clasificación para los octavos de final de la Copa de la UEFA tras ganar por la mínima al Spartak de Moscú (2-1). El entrenador celeste sorprendió alineando una defensa de cinco hombres, con tres centrales, y dos mediocentros defensivos por delante. En las horas previas al encuentro, Vázquez avisó del peligro del conjunto moscovita en el juego de contraataque, y por eso reforzó su retaguardia y cedió el mando del partido al Spartak.
Además, el técnico de Castrofeito prefirió la velocidad de Núñez y Nené a la calidad del goleador Fernando Baiano en punta, para buscar contrarrestar el juego rápido de los rusos con la misma arma: velocidad y contraataque. Y la táctica no pudo ser más efectiva. Pese a que el Spartak empezó dominando y teniendo el mando del choque, fue el Celta el que gozó de las mejores ocasiones de gol. En el minuto 12, el extremo brasileño Nené desaprovechó un magistral pase de su compañero Canobbio a la espalda de la zaga rusa, pues el ex jugador del Alavés se durmió en el área y permitió que Jiranek llegara rápido al cruce para impedir su remate.
Poco a poco, el Celta, apoyado en la firmeza de la dupla Oubiña-Pablo García en la medular, se lanzó a por el Spartak, cuya estructura defensiva parecía insegura y poco firme. Además, el equipo se aplicó en defensa y se encomendó a la calidad de sus tres atacantes para destrozar al conjunto de Vladimir Fedótov.Sólo la velocidad de Nené y Núñez, y la calidad y habilidad del uruguayo Canobbio en la media punta, le bastaron al Celta para demostrar su superioridad. En el minuto 17 Canobbio lo intentó con un disparo lejano que obligó a lucirse al meta Khómich.
El Celta intensificó su ofensivo, y de un pelotazo del central Matías Lequi, que peinó Núñez, sacó provecho para adelantarse en el marcador, ya que Nené se resarció de su error anterior con una espectacular vaselina ante la salida del meta ruso. El gol dejó muy tocado al Spartak, y el Celta se lanzó en busca del gol de la tranquilidad. De hecho, en el minuto 24, Antonio Núñez acarició el segundo gol con un remate que se marchó ligeramente desviado.
En los últimos minutos de la primera parte, el encuentro era ya un partido de ida y vuelta, y cualquiera de los dos pudo marcar. Primero el Celta, con un potente disparo de Pablo García, y después el Spartak con un tiro de Pavlyuchenko que se marchó fuera, por lo que el marcador no se movió antes del descanso. En la reanudación, el Celta renunció definitivamente al balón y se echó atrás para conservar el resultado. Además, Vázquez retiró del campo al internacional Borja Oubiña para reservarlo de cara al trascendental choque de Liga del próximo domingo ante el Rácing de Santander.
Al Celta le entró el miedo y el Spartak se creció. En un minuto, el equipo de Fedótov dispuso de dos buenas oportunidades para igualar la eliminatoria, pero un extraordinario Esteban lo evitó con dos intervenciones de mérito, sobre todo, en un lanzamiento desde el borde del área de Kovac. Con el paso de los minutos, el acoso ruso aumentó y el Celta se defendió como pudo. Sin embargo, a falta de trece minutos para el final, el canterano Jonathan Aspas, que todavía no renovó con el Celta, se reivindicó y acabó con el sufrimiento celeste con un golazo desde cuarenta metros que sentenció la eliminatoria.
Pero el Spartak no se rindió y siguió intentándolo. Con un juego directo, en el minuto 87, Titov volvió a meter a su equipo en el partido y enmudeció a los seguidores vigueses tras batir a Esteban. Con el conjunto moscovita volcado, el Celta tuvo la ocasión de matar el encuentro pero Baiano, que llevaba un minuto en el campo, remató alto un centro de Gustavo López, aunque tampoco hizo falta porque ahí acabó el choque.
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