Las ausencias de Maniche y Luccin preocupaban en el Atlético de Madrid puesto que no iban a contar con sus dos habituales centrocampistas. En su lugar entraron Gabi y Jurado, pero el equipo de Aguirre sólo ha dado sensación de peligro en los primeros minutos con dos llegadas de Fernando Torres. El problema de los madrileños es que no ha conseguido recuperar el balón en el centro del campo en todo el primer tiempo. Por un parte, Jurado, acostumbrado a jugar en posiciones más adelantadas, sólo ha conseguido detener a los rivales con faltas, y por el otro Gabi, quien notaba que apenas ha jugado cinco partidos de liga esta temporada. No obstante, a los rojiblancos no se les ha visto nerviosos, puesto que comprobaban que los defensas del equipo visitante no conseguían frenar ninguna de sus jugadas debido a su lentitud. De hecho, Fernando Torres ha sido una auténtica pesadilla para Matellán y Llera en las escasas ocasiones en las que ha tenido el balón. Únicamente con su velocidad se ha marchado cada vez que se acercaba por la banda izquierda de su equipo. En el cuadro de Paco Flores se llegaba al descanso con la sensación de que el resultado podría haber sido favorable, puesto que dos ocasiones muy claras de Campano y Rubén Castro no se convirtieron en gol. Además, habían conseguido que en 45 minutos un equipo en puestos de Liga de Campeones no le tirara ni una sola vez a puerta. La segunda parte continuó con la misma tónica. Y llegó al jugada más increíble del partido: Agüero se marchaba por velocidad desde el centro del campo y dejaba a Galletti solo ante el portero, pero «Huesito» tiraba fuera. Aguirre había arengado a los suyos en el vestuario y con la salida de Mista en lugar de Antonio López empezaron a llegar con asiduidad al área, pero sin conseguir acertar a tirar entre los tres palos. Intercambio de oportunidades A pesar del acoso a la portería de Rubén Pérez el gol no llegaba para los colchoneros y los de Paco Flores mantenían sus esperanzas de sacar algún punto. De hecho, el técnico visitante hizo entrar en el terreno de juego a Portillo y Cuellar y el '7' visitante consiguió crear peligro entrando desde su banda derecha. Mientras, los de Aguirre insistían en lanzamientos largos que no suponían ningún problema para una zaga que flaqueaba cuando llegaba el balón a los hombres rápidos del Atlético. Los últimos minutos han sido un intercambio de oportunidades de gol entre ambos equipos porque todos veían posibilidades de ganar. Más aún cuando el árbitro expulsaba a Gabi por doble amarilla en el minuto 43 de la segunda parte. En definitiva, el Nàstic se lleva un punto, pero con la sensación que la victoria estuvo cerca y el Atlético se frena en su lucha por entrar en Liga de Campeones al no haber conseguido meter un sólo gol que recibía una media de más de dos por partidos antes de llegar al Vicente Calderón.
