España sale viva de Módena gracias a un gran Moyá

Los pupilos de Iñaki Sáez obtuvieron un meritorio empate en terreno italiano, donde las intervenciones del meta español en la recta final del partido fueron fundamentales

Italia y España empataron a cero en un encuentro muy conservador por parte de ambas selecciones y que deja abierta una eliminatoria que dirimirá el próximo martes en Palencia cuál de los dos equipos accede a la fase final de la Eurocopa de Holanda 2007, una cita a la que España no accede desde hace seis años.

El conjunto que dirige Iñaki Saez apenas pasó apuros, pero en el tramo final pudo complicarse la eliminatoria, a no ser por la buena actuación del guardameta del Mallorca Miguel Angel Moya, que con tres oportunas intervenciones mantuvo su portería imbatida.

La primera mitad, con los italianos bien afianzados en defensa y los españoles imprimiendo una gran velocidad, comenzó con un posible penalti no señalado sobre el sevillista Kepa.

España intentó abrir el campo desde el comienzo para evitar los contraataques italianos pero reincidió demasiadas veces en intentar romper la barrera transalpina por el centro, en parte porque Garrido por la izquierda y Arizmendi por la derecha fueron constantemente frenados.

Los de Saez controlaron el juego pero no lograban encontrar un enganche entre el centro del campo y la delantera a pesar de los esfuerzos de Kepa y Silva por retrasar su posición unos metros.

Por su parte, los italianos hicieron gala de una férrea defensa y aunque apenas lograron crear peligro en el área que guarnecía el meta Moyá, en los últimos instantes de la primera parte gozaron de una gran ocasión para adelantarse tras un envío de Palladino que no pudo rematar Pozzi.

En la reanudación, España juntó demasiado sus líneas, lo que facilitó a Italia para acechar con peligro el área de los de Saez. La entrada en el encuentro de Rossi aportó un plus de velocidad y verticalidad para su equipo y así llegó el primer tiro de los italianos, obra de Rosina, desde fuera del área.

España, aunque con dificultades para hilvanar su juego ofensivo, reaccionó de la mano de Kepa, que volvió a poner contra las cuerdas a Curci. A medida que el cansancio fue haciendo mella en los jugadores, aparecieron más huecos en las defensas, aunque no los suficientes como para romper la sequía goleadora.

Rossi, a diez minutos para el final, dispuso de una gran ocasión con un fuerte disparo, pero Moyá, bien colocado, lo pudo repeler con acierto.

En los últimos instantes, el delantero Pellé, que acababa de sustituir a Pozzi, tuvo dos clarísimas ocasiones de gol que no supo concretar, al igual que Rossi, y que le hubieran otorgado a Italia una importante ventaja en el encuentro de vuelta. Moyá apareció y se convirtió en el salvador español.