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Crónica:ALEMANIA 2006 | Irán - Angola
Crónica
Texto informativo con interpretación

Angola deja escapar el sueño

Los africanos, con su 1-0 y la derrota de México, estuvieron a dos goles de clasificarse, pero Irán acabó remontando

La selección angoleña necesitaba una de esas típicas carambolas-milagros del fútbol para clasificarse para los octavos, y estuvo cerca de que sucediese, pero el sueño se acabó cuando Bakhtiarizadeh hizo el gol del empate para Irán a 15 minutos del final.

Primera parte muy aburrida y sosa por parte de los dos equipos. Irán no se jugaba nada, por lo que su motivación era nula, y Angola no llegó nunca a creer que se podían clasificar para octavos de final, y en ningún momento fue a por el 3-0 que necesitaba.

Y si lo hubiese intentado lo hubiese conseguido, porque Irán es, sin duda, una de las peores selecciones que han pasado por este Mundial de Alemania. La selección árabe juega sin ningún tipo de intención, sus jugadores no se complementan ni entienden, y jugador por jugador, tecnicamente, son de lo más bajo que se ha visto hasta el momento. Si a esto le juntamos el que no se jugaban absolutamente nada, obtenemos un partido feo y aburrido por parte de los iraníes.

El caso de los angoleños es diferente; típico equipo de africanos, muy fuertes y rápidos todos, pero que en ningún momento de la primera parte llegaron a creerse que podían pasar. Por eso, la primera parte fue para olvidar, con un equipo sin causa y otro sin fe, y la única ocasión de peligro fue un tiro bien colocado y fuerte en el descuento por parte de los angoleños, pero que despejó con una buena parada Mizzapour.

Saber que México perdía les hizo crecerse

En la segunda parte cambió el partido, las palancas negras ya sabían que México perdía, y que si le metían 3 goles a Irán estarían en octavos de final. Así que, ¿porqué no intentarlo?. Los angoleños sacaron toda su garra y desde el principio crearon peligro con tiros desde fuera del área, moviendo el balón rápido y buscando cualquier oportunidad para romper el hielo.

Pero no fue hasta el minuto 59 cuando Flavio abrió la lata con un bue remate de cabeza a un mejor centro de Ze Kalanga, el mejor jugador de su país.

Angola estallaba, sus jugadores empezaron a creer y se fueron arriba a presionar a la selección iraquí, que le daba igual lo que pasase. Pero los angoleños no llegaron a crear un juego como para meter dos goles en media hora, y así fue pasando el tiempo en el qeu cada minuto que pasaba se alejaban un poco los octavos de final.

Y en un despiste en un córner, el iraní Bakhtiarizadeh desvaneció con buen remate de cabeza las pocas esperanzas africanas. Y encima los angoleños se enfadan y discuten entre sí por quien ha sido el culpable en el gol.

En fin, que Angola tuvo un sueño que era clasificarse para los octavos, sueño que se endulzaba al pensar que serían el primer equipo africano en hacerlo. Pero si quieres que un sueño se cumpla tienes que ir a por él con todo, y los angoleños nunca creyeron en sí mismos ni en sus posibilidades de ganar.

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