El síndrome de Rooney
La selección inglesa debuta esta tarde ante Paraguay sin su máxima estrella, lesionada
El conflicto entre la federación inglesa y el Manchester United sobre el verdadero estado de forma de Wayne Rooney ("no está lesionado", dice un cambiado y agresivo Sven Goran Eriksson; "no debería jugar hasta al menos los octavos", dice el Manchester) ha marcado las horas previas del primer encuentro de la selección inglesa en el Mundial (15.00), ante Paraguay. Se ha hablado más del tratamiento 'secador de pelo' que Alex Ferguson le dio a Eriksson por teléfono (gritándole que iba a llevarle a juicio si el jugador se resentía) y de lo poco que impresionó al sueco.
Pero entre el ruido, dos problemas: Steven Gerrard arrastra unos problemas de espalda aunque nadie duda que estará presente en el estadio de Francfort; y, por otro lado, la preocupación porque los debúts de los ingleses suelen dejar hipotecado su futuro en el campeonato (sólo una victoria en cuatro partidos inaugurales). El hat trick de Peter Crouch ante Jamaica convenció a Eriksson de la necesidad de contar con la combinación bajo-alto (Owen, Crouch), y del regreso al 4-4-2 mientras se espera la vuelta a la competición de Rooney que podría producirse ante Suecia. Si Gerrard no se recupera, Carrick ocuparía su lugar al lado de Beckham y Joe Cole en las bandas, y Lampard en el centro. Casi nada.
Por su parte, Paraguay, sin su excéntrico portero goleador, José Luis Chilavert, viajó a Alemania con un perfil incluso más modesto que en sus tres apariciones anteriores en un Mundial; a falta de sex appeal, vuelve a proponer su fútbol rocoso con unos grados de calidad más que de costumbre. Hace cuatro años un gol de Oliver Neuville a dos minutos del final les eliminó en octavos; esta vez el objetivo es poder pasar de la primera fase de nuevo. Ante la ausencia por lesión de José Cardozo y superadas las dudas sobre el estado físico de Roque Santa Cruz, el equipo podrá formar con los habituales de la fase clasificatoria (Cáceres, Gamarra, Acuña, Paredes, Toledo...).
Ayer la reina Isabel II deseó buena suerte a la selección inglesa: "Espero que la Copa del Mundo de 2006 sea tan excitante y animada como las anteriores. Envío mis mejores deseos para que se desarrolle una competición exitosa y gratificante", escribió la monarca en una carta para el equipo inglés. Por su parte, dos aficionados ingleses protagonizaron una reyerta con un seguidor griego que llevaba un puñal en la zona roja de Francfort, y otros tres fueron arrestados en Colonia a raíz de una pelea con un conductor de taxi. Fueron los primeros altercados del Mundial de Alemania.
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