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Crónica:Ingalterra 1 - Paraguay 0 | Alemania 2006
Crónica
Texto informativo con interpretación

Inglaterra da el primer pasito

Un gol en propia puerta de Gamarra dio el triunfo a los ingleses, que sin brillar, y sin Rooney, se llevaron una merecida victoria

Eriksson se aferró a su versión más pragmática para doblegar a una débil Paraguay y dar así el primer paso para obtener el pase. 2 minutos y 47 segundos. Ése es el tiempo que tardó la selección inglesa en perforar la meta paraguaya. Los hombres de Eriksson salieron muy mentalizados y dispuestos a superar el mal fario que caracteriza el estreno británico en los Mundiales.

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El síndrome de Rooney

2 minutos y 47 segundos. Ése es el tiempo que tardó la selección inglesa en perforar la meta paraguaya. Los hombres de Eriksson salieron muy mentalizados y dispuestos a superar el mal fario que caracteriza el estreno británico en los Mundiales. Sin embargo, los Gerrard, Lampard y compañía no contaban con la inesperada colaboración de Carlos Gamarra. Nada más comenzar el partido, el central paraguayo peinó ligeramente un excelente centro de Beckham e introdujo el balón en su portería.

Fatídico estreno para la selección suramericana, que desde ese instante tuvo que hacer frente al abrumador dominio de los pross. Con la polémica en torno a la lesión de Rooney todavía en el aire, Eriksson apostó por un once ofensivo engalanado con la dupla Owen-Crouch en la punta de ataque. Por su parte, Paraguay llegaba a la cita aferrado al instinto goleador de Roque Santa Cruz y la voracidad de Valdez. Escaso argumento.

El tempranero autogol de Gamarra rompió los esquemas de Aníbal Ruiz, y por si fuera poco, Inglaterra quiso dejar claro desde el principio su status de favorita -siempre con permiso de Brasil-. La inseguridad de Gamarra y el constante merodeo del gigante Crouch pusieron en entredicho el planteamiento paraguayo, que además, tuvo que afrontar la lesión de su portero titular Villar.

Un potente disparo de Lampard en el minuto 26' encabezó la avalancha inglesa, perfectamente secundada desde las gradas por las inagotables gargantas de los supporters y una bella estela de cruces de Saint George. El equipo de Eriksson demostró un arrollador dominio durante toda la primera mitad, aunque no dispuso de ocasiones excesivamente claras.

La peculiar silueta de Peter Crouch supuso un constante quebradero de cabeza para la defensa suramericana. El espigado delantero del Liverpool demostró que además de controlar el juego aéreo, sabe jugar de espaldas y moverse aceptablemente entre líneas. Beckham, uno de los más destacados, volvió a sacar a relucir su elegante toque de derecha en el 42', pero su tiro salió rozando el poste.

Las malas formas de Río Ferdinand -propinó un fuerte codazo en el rostro de Valdez- y un peligroso tiro del delantero paraguayo cerraron una primera mitad en la que Inglaterra ofreció un esbozo de lo que puede hacer en este Mundial.

Eriksson, conservador

En la segunda parte cambió el guión del partido. Inglaterra, o mejor dicho, Eriksson, apostó por conservar el valioso gol del inicio en busca de la estocada definitiva. Eso hizo que los paraguayos se viniesen arriba y dispusiesen de algunas oportunidades. El técnico sueco dio entrada al 'correcaminos' Downing en lugar de Owen y renunció a la punta de velocidad de Joe Cole por la consistencia que aporta Hargreaves. Pudo pagar cara su apuesta.

En el 60', un mal despeje de Robinson dejó el esférico a merced de Paredes, pero su disparo salió excesivamente alto. Y unos minutos después, el delantero del Werder Bremen, Valdéz, pudo conseguir la igualada de no ser por la providencial estirada del portero británico.

Inglaterra respondió fiel a su estilo. Con fuerza, con garra, y sobre todo, con dos durísimos disparos de Lampard a los que respondió muy bien Bobadilla. Un último achuche paraguayo significó el epílogo a un partido en el que Inglaterra, sin brillar, consiguió una merecida victoria que encarrila su clasificación. Y sin Rooney.

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