Multado con 1.800 euros el conductor que atropelló a los hermanos Otxoa
El conductor atropelló en 2001 mortalmente a Ricardo Otxoa y dejó secuelas permanentes a su hermano gemelo Javier
El ex director de Deportes de la Universidad de Málaga, Sebastián Fernández, ha sido condenado por el Juzgado de lo Penal número 8 de Málaga a una multa de 1.800 euros por atropellar el 15 febrero de 2001 a los ciclistas Javier y Ricardo Otxoa.
Fernández atropelló con un Volvo 340 mortalmente a Ricardo Otxoa y dejó secuelas físicas y psíquicas permanentes a su hermano gemelo, Javier, cuando se preparaban para la Vuelta a Andalucía en Cártama (Málaga). En el juicio, que quedó visto para sentencia el pasado 23 de marzo de 2006, el fiscal aumentó de ocho meses a un año su petición de retirada del permiso de conducir a Fernández y pidió una multa de 1.800 euros.
La acusación particular, ejercida por la familia de los ciclistas, solicitó siete años de cárcel y la privación del derecho a conducir durante nueve años.
Fuentes cercanas a la familia explicaron que el conductor ha sido condenado, por una falta de homicidio por imprudencia leve y otra falta de lesiones por imprudencia leve, a una multa de 60 días a razón de 30 euros diarios y la retirada del permiso de conducir durante un año.
Además, en el fallo se condena al ex director de Deportes, y por solidaridad con él a la aseguradora Axa, a pagar a Javier 1.574.962 euros y a los padres de los hermanos Otxoa 363.768 euros.
Diferentes versiones
El conductor, durante el juicio oral, aseguró que el accidente se produjo cuando el ciclista, que iba por el lado izquierdo, invadió repentinamente su carril y como consecuencia del impacto el deportista cayó encima del capó de su vehículo y la bicicleta salió despedida, por lo que intentó frenar poco a poco, sujetando el cuerpo del joven "para que no saliera despedido". Respecto a la velocidad que iba, aseguró que rondaba los 60 kilómetros por hora y que iba en tercera.
Por otra parte, tres guardias civiles que declararon en calidad de peritos aseguraron que el conductor se pudo distraer al ver a los ciclistas y que dirigió inconscientemente su vehículo hacia ellos, invadiendo el arcén.
Estos peritos mantuvieron durante el juicio que se produjo una desatención y uno de ellos dijo que porque "cuando te fijas en un punto, puedes irte hacia él, y eso no impide que puedas ser un conductor excelente".
En la vista oral tuvo que comparecer Javier Otxoa en calidad de testigo y aseguró en un comunicado que está "hundido en la muerte, pero vivo tras vivir un calvario tanto físico como mental" y con "limitaciones de sus secuelas que como cualquier joven quiere ocultar", bien sean estéticas, físicas y psíquicas.
El abogado de la acusación particular estudiará durante la próxima semana la sentencia y posteriormente determinará si está conforme a ella o si la recurrirá.
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