El Athletic se rehabilita
Dos goles de Urzaiz Dañobeitia hunden a un Betis pesado y sin ideas
San Mamés, como cualquier servicio de urgencias, medía ayer el grado de enfermedad del Athletic y del Betis. En su historial aparecían análisis sobresalientes: ambos jugaron hace un año una semifinal de Copa, el Athletic festejaba el histórico 1-7 contra el Standard en Copa de la UEFA. Pero la realidad era que ambos, ahora, estaban enfermos y se trataba de saber quien era el enfermo más grave. El diagnóstico fue rotundo: el Betis está peor, muy mal. Necesita mucha atención.
El Athletic sobrevive con su actitud colectiva y algunos detalles particulares. Correr, corren todo, aunque a veces no con la claridad necesaria. Pero el esfuerzo, a veces tiene premio. Dañobeitia, un chico de la cantera, puro sudor, pura fibra y la confusión habitual de los debutantes, falló cinco veces antes de encontrar el gol de su vida: un quiebro de cintura para quitarse a dos lamentables defensas béticos y envíar un derechazo junto al poste de la portería de Doblas. Siete minutos antes, Urzaiz había sacado el librillo del delantero centro ante un centro de Yeste: piernas clavadas en el suelo, la espalda para aguantar el empellón del defensa y la cabeza para golpear el balón a la red. Todo sin moverse de su sitio. El esfuerzo de Dañobeitia y la corpulencia de Urzaiz habían recibido su justo premio. Pero no todo es cuerpo y actitud. Entre medias, andaba Fran Yeste, injustamente depedido con pitos en el último partido en San Mamés, para poner la inteligencia, la pausa, la técnica, el toque y la estrategia. Yeste, con sabiduria, sabía estar en todos los sitios, sin que el Betis supiera nunca donde estaba.
A Yeste muchos le critican que no corre, pero los que piensan, cuando se meten en el partido, necesitan correr menos. Y Yeste entre líneas supo sacar de quicio a un Betis que no está para ruidos. Al Betis le pesan las piernas y le faltan las ideas. El ejemplo más evidente era Assunçao, perdido en el campo, siempre sobrepasado por el empuje rojiblanco, y errático en los saques de falta. Assunçao, era el emblema de un Betis apagado en el que sólo aparecía Joaquín. De Edú no había noticias. En la agenda del Betis se apunto un gol bien anulado a Edú y un disparo violento de Joaquín que rozó el larguero. Lo menos que se le puede pedir a cualquier equipo que se juega la vida en un partido. Lo de más, para el Athletic fue la recuperación de Yeste y el buen trabajo defensivo de un equipo que no se distingue por la solvencia.
El Athletic encontró el partido deseado. El Betis lo tendrá que seguir buscando y poner algo de su parte, de paso. El Athletic a cambio parece haber encontrado su camino: sin florituras y basado en sus futbolistas habituales que soportan su columna vertebral Cuatro meses después volvió a ganar y Clemente ya ha anotado su primer exito en su última agenda rojiblanca.
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