Arango voltea a la Real Sociedad
El 'hat-trick' del venezolano permite al Mallorca sumar sus primeros puntos en la Liga
Las urgencias del Mallorca se transformaron en un estado de euforia. La primera parte estuvo marcada por los despropósitos y un aceptable juego realista; el segundo período, por un fútbol ambicioso y los goles de Arango que impulsaron la primera victoria balear a costa de una Real Sociedad que salió goleada de Son Moix.
Turbulento comienzo padeció el cuadro txuri urdi . En cuatro minutos, los donostierras perdieron por lesión a Garitano y permitieron a Yordi anotar, plácidamente, el primer tanto. Un inicio desalentador. Sin embargo, este cúmulo de infortunios no tumbó a los realistas. Todo lo contrario.
El conjunto txuri urdi asumió el control, imprimió mayores dosis de velocidad a su juego tan brillante como vistoso que contrastaba con la rigidez táctica de Cúper. Todos a defender. Dos formas de entender el fútbol. El Mallorca tendía al aburrimiento y al conservadurismo; la Real Sociedad, todo lo contrario. El premio, no sin cierta fortuna, no tardó en llegar. Un disparo de Novo desde la frontal fue desviado por Campano. El empate hacía justicia, aunque no del todo. La Real merecía más, por juego y por ambición. Pero faltó pegada. Faltó concreción.
El Mallorca quiso reaccionar, pero el corsé táctico de Cúper era muy pesado. Sus tímidas acometidas apenas inquietaron a Riesgo. No obstante, fueron sus mejores momentos. Una escasa reacción que tuvo una grave consecuencia, el segundo tanto realista. Una gran jugada de Aramburu y una excelente definición de Xabi Prieto ponían a los txuri urdi en ventaja.
Exhibición balear
La racanería y el juego ramplón del Mallorca debían transformarse en un fútbol ambicioso y ofensivo. Ya afrontaban el encuentro con cierta urgencia. Ahora esa urgencia se había duplicado. Las primeras acciones confirmaron una cierta mejoría. Un centro de Arango fue estrellado en el palo por Campano. Un gol tan temprano hubiera sido un castigo inmerecido para los realistas. Había que merecerlo más. Y así sucedió. La disposición y la mentalidad de Cúper cambiaron. De defender con orden a atacar sin descanso. Peralta y Campano creaban peligro por bandas, Okubo aportaba mayor presencia en ataque y el Mallorca actuaba como equipo. Todos conjuntados. Unos cambios que, ahora sí, tuvieron premio. Dos centro al área, dos salidas a destiempo de Riesgo y dos goles consecutivos de Arango. Empate y remontada. Ya no hubo respuesta realista, a excepción de un remate al larguero de Nihat.
Los últimos compases del encuentro fueron un monólogo mallorquinista. Un recital de juego y goles con un nombre propio: Juan Arango. El venezolano puso un excelente colofón a su actuación anotando un extraordinario cuarto tanto tras controlar un balón con el pecho y darse la vuelta para quitar las telarañas a la meta de Riesgo. Imparable. No fue la sentencia, ya que en pleno carrusel de despropósitos defensivos realistas, el griego Choutos certificó la victoria en un encuentro con un protagonista, Juan Arango.
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