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Reportaje:FÚTBOL | 32ª jornada de Liga

Figo vuelve al banquillo

Luxemburgo ensaya con un equipo titular en el que juega Borja, pero no el portugués

El técnico del Madrid, Vanderlei Luxemburgo, prepara el partido contra el Levante de la misma manera que preparó el partido contra el Barça: sin tener en cuenta a Figo más que para ocupar el banquillo.

Luxemburgo formó ayer al equipo titular que se enfrentará al Levante el próximo domingo. El once tenía dos novedades: Borja ocupó la plaza de medio de contención, en ausencia de Gravesen, que está lesionado; y Owen repitió delantera con Ronaldo y Raúl. Del otro lado, en el equipo formado por los suplentes, Figo jugó en el centro del campo, hombro con hombro con Guti, Celades y Solari. Si el ensayo se hace efectivo en la competición, Figo volverá a ser suplente.

El delantero portugués, no hace mucho ensalzado por la directiva madridista como emblema, piedra angular del modelo deportivo y económico de Florentino Pérez, ha pasado a ocupar un rol secundario. Tan secundario que al final del entrenamiento de ayer sintió dolores. Los médicos del club dijeron luego que Figo sufría una "leve elongación en los músculos isquiosurales derechos". Esta lesión amenazaría su presencia -en el banquillo- contra el Levante. Algo extraordinario, teniendo en cuenta que Figo, en el Madrid, nunca ha sido baja por sufrir problemas musculares.

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La decisión técnica de prescindir de Figo por segundo partido consecutivo señala consecuencias de política de club. Hay un trasfondo económico y Figo lo sabe mejor que nadie. Desde que el presidente, Florentino Pérez, resolvió la renovación de Zidane hasta junio de 2007, hace dos años, los caminos que recorrían Figo y Pérez comenzaron a bifurcarse. En el fondo del desacuerdo había un pulso de empresarios en busca de beneficios económicos y morales. Que Figo terminase contrato en junio de 2006 resultó crucial.

El factor moral, el que delimitan los egos de las partes, no ha sido irrelevante en la gestación del desencuentro. Zidane tiene 32 años. Figo también. Pero Figo, que se siente tan buen futbolista como Zidane, considera que ha hecho más que el francés por apoyar la causa de la institución. Entiende que su renovación sería lógica. Pero su renovación, hasta ahora, no ha llegado. Y quiere seguir jugando. Dentro o fuera del Madrid. "Quiero que el club me diga si me renovará antes de Navidad", aseguró el año pasado. Pero el Madrid, públicamente, ha guardado silencio. Si la vía de la renovación no prospera, el portugués espera otra forma de reconocimiento. Otra forma de retribución, en forma de carta de libertad que le permita firmar un buen contrato con otro club.

Horas después del fichaje de Gravesen, en enero, el destino de Figo parecía señalado. Con la llegada del danés, se imponía la necesidad de quitar a algún jugador del once. ¿A quién? Luxemburgo eligió a Guti. Los directivos madridistas, que se muestran ambiguos, quizá víctimas de sentimientos encontrados, manifestaron diversas opiniones, según el interlocutor, y siempre en privado. En ocasiones, hablaron con determinación: Figo, fuera. En ocasiones, se mostraron sorprendidos: ¿Figo fuera? Hasta ahora, ningún ocupante del palco ha defendido públicamente al portugués. Ni una insinuación.

Ni siquiera la posible ausencia de Gravesen concede grandes esperanzas a Figo. Gravesen tiene un esguince en el ligamento lateral externo del tobillo derecho. Si hoy no consigue entrenarse con normalidad, Luxemburgo piensa en Borja para ocupar el puesto del danés, por delante de los centrales. Y Figo, en el banco, junto a Guti.

Figo, durante el entrenamiento de ayer, ante una pancarta de apoyo.
Figo, durante el entrenamiento de ayer, ante una pancarta de apoyo.EFE

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