España roza el sueño

El sueño no se ha cumplido...por poco. En un espectacular partido jugado de tú a tú, España ha estado muy cerca de hacer historia. Pero el deporte es de todo menos justo, y la selección de Gasol, que aspiraba a todo en estos Juegos Olímpicos, se tendrá que conformar por luchar por el séptimo puesto. Las estrellas de la NBA, perfectamente apoyadas por el dúo arbitral, han superado a los españoles en un último cuarto desquiciante en el que los de Pesquera se acabaron borrando del partido (94-102).

Que las estrellas de la mismísima NBA necesiten ayuda para ganar es en todo caso una buena noticia. El partido empezó a toda velocidad, con un gran arranque de los estadounidenses y una buenísima reacción de los españoles. Duncan, a los dos minutos, hizo su segunda falta personal y se fue al banquillo, lo que favoreció el juego interior de España, que convirtió a Gasol en el dueño de la zona.

Por primera vez desde que comenzó la competición, Estados Unidos acertó con los tiros de tres puntos, con un Stephen Marbury espectacular liderando a las estrellas de la NBA. España contestó siempre con una buena defensa y un ataque capaz de desequilibrar la férrea defensa individual del rival.

La igualdad y el espectáculo dominaron en el marcador hasta el último cuarto. Fue entonces cuando la paciencia de los españoles se perdió, cuando se empezó a pensar más en la actuación arbitral, todo un espectáculo en sí misma, que en el partido. Los estadounidenses, que para eso estaban, aprovecharon el regalo y se hicieron con el pase a las semifinales.

En un partido en el que se pueden dar dos pasos antes de botar la pelota, en el que el rival se puede colgar de tu espalda sin que piten falta y en el que los balones cambian de manos gracias al dúo arbitral (mexicano y australiano), es difícil conservar la paciencia hasta el final, y los españoles no lo hicieron. Aún así, la ovación del público griego no fue para las estrellas estadounidenses, fue para Gasol, Navarro, Calderón, Garbajosa y compañía.