Valencia recibe eufórica al campeón de Liga

Alrededor de 50.000 aficionados del Valencia han recibido a los jugadores en el estadio de Mestalla como colofón a las celebraciones por el título de Liga. Los festejos comenzaron hoy a las 16.30 en el aeropuerto, cuando el equipo aterrizó procedente de Sevilla.

Dos horas antes de que las puertas del recinto valencianista se abrieran, los aficionados ya se congregaban en los aledaños de Mestalla ataviados con camisetas naranjas, pelucas, bufandas y banderas a la espera de poder acceder al campo, que se abrió a las 18.00.

Nada más llegar a Mestalla el autobús que trasladaba a los jugadores el capitán David Albelda prendió una larguísima traca, mientras en el interior del campo comenzaba a sonar el himno oficial del club, coreado por miles de gargantas. Los jugadores, muchos de ellos con sus hijos en brazos, salieron uno a uno sobre al césped con la canción We are the champions de fondo. Los futbolistas, coreados por los aficionados, subieron a un gran podio situado en el centro del campo.

Una vez estuvieron todos, se encendieron fuegos artificiales a pie de campo a la vez que se soltaban al aire multitud de globos naranjas, blancos y negros. A continuación sonó el himno regional con el colofón de un castillo de fuegos artificiales y la vuelta de honor al campo de todos los componentes de la plantilla, que tuvo que interrumpirse en su parte final por la invasión del campo por parte de un centenar de aficionados.

Llegada al aeropuerto

La jornada había comenzado con la llegada de la expedición del Valencia desde Sevilla, tras proclamarse el domingo campeón de Liga. Miles de aficionados colapsaron la terminal del aeropuerto de Manises, donde el equipo aterrizó sobre las 17.35.

El capitán del equipo, David Albelda, ha saludado a los aficionados desde la cabina de los pilotos, anticipándose al baño de masas que los jugadores se han dado a lo largo de la tarde. La alegría se desató cuando el panel anunció el aterrizaje del vuelo que traía a casa a los héroes de Mestalla.

Desde el aeropuerto comenzó un desfile triunfal por el centro de la ciudad en un autobús descapotable hasta la primera de las escalas: la Basílica, donde los capitanes, Albelda y Baraja, ofrecieron a la Virgen de los Desamparados, cuya festividad se celebró ayer, un centro de flores naranjas y blancas. Allí fueron recibidos y felicitados por el arzobispo de Valencia, Agustín García Gasco.

Apenas unos metros separaban la ofrenda religiosa de la siguiente etapa del periplo: el palacio de la Generalitat, donde fueron recibidos por el presidente de la Comunidad, Francisco Camps. Similar ceremonia acaeció en la sede del Ayuntamiento, donde les esperaba la alcaldesa, Rita Barberá. Luego, una impresionante marea de seguidores ha aclamado al equipo cuando se ha asomado a los balcones del consistorio. Cerca de 20.000 personas ataviadas con bufandas, banderas, camisetas y todo tipo de símbolos valencianistas han aclamado a sus ídolos, que de ahí marcharon a Mestalla para la traca final.