El Deportivo se despide del título al empatar en Málaga (1-1)

El Deportivo de La Coruña tenía pocas posibilidades de ganar este año la liga al encontrarse a nueve puntos del líder. Tras empatar esta noche en Málaga (1-1), y cuando solo quedan 12 puntos en juego, sus posibilidades son casi inexistentes. Tampoco el resultado le sirve de mucho al Málaga en sus aspiraciones europeas.

Los gallegos, que se adelantaron en el marcador, decidieron no arriesgar demasiado y lo pagaron con un empate aunque el punto sumado hoy puede ser clave de cara a entrar la temporada que viene en la la Liga de Campeones, pues la semana que viene se medirán al Real Madrid tan sólo tres días antes del vital choque ante el Oporto en semifinales de la competición europea.

Los dos equipos saltaron al césped de La Rosaleda con la intención de sumar tres puntos que clarifiquen sus opciones europeas de cara a la próxima temporada, la Liga de Campeones, en el caso de los visitantes, y la Copa de la UEFA, en el de los locales y se plasmó en el juego desde los primeros compases.

Aunque la primera ocasión clara de peligro estuvo en las botas del deportivista Diego Tristán, el Málaga no anduvo a la zaga y confío sus opciones al juego aéreo de Salva e Insúa.

No obstante, el primer gol cayó del lado visitante. El argentino Aldo Duscher sacó un balón perfecto con el exterior hacia Víctor que entró desde su banda, la derecha, y remató raso al palo largo para inaugurar el marcador (min. 20).

Poco más tarde Tristán volvería a tener en sus botas la posibilidad de batir a Munúa, pero el ariete no tenía la fortuna de su parte y volvió a errar.

Empate antes del descanso

El encuentro bajó en ritmo y los pupilos de Juande Ramos se

hicieron con el control del juego y las ocasiones. Su mejoría se vio recompensada antes del descanso con el tanto del empate. Canabal subió el 1-1 (min. 41) al electrónico al rematar un balón que se paseó por el área gallega.

En la reanudación, los malacitanos salieron con más mordiente, decididos a conservar los tres puntos en juego en su feudo. Su principal arma era, de nuevo, el juego aéreo.

Según pasaban los minutos el partido se apagó. Sólo la entrada del deportivista Sergio por Víctor permitió que se viera algo de fútbol. Tristán volvió a tener la ocasión de ganar en sus botas, pero la fortuna no estaba de su parte y el encuentro se saldó con la igualada.