Los grandes clubes de fútbol deciden comenzar la Liga pese al posible plante del resto

Todos de los clubes que forman el llamado G-12, a excepción del Málaga, han decidido esta tarde que se ausentarán de la asamblea convocada por la Liga de Fútbol Profesional (LFP) para el viernes y que la impugnarán. El primer punto de esa reunión es el retraso del inicio de la competición propuesto por los integrantes del resto de los equipos que integran la LFP, el G-30.

Los grandes clubes de la Liga han decidido impugnar la asamblea porque creen que su convocatoria no procede y que los puntos incluidos en el orden del día tampoco son de recibo. Con la decisión tomada hoy en Barcelona, el G-12 deja claro que no ve razones para retrasar el inicio de la Liga y se muestra decidido a respetar el calendario actual, con la primera jornada prevista para el fin de semana del 30 y 31 de agosto.

El origen del conflicto en la Liga de fútbol está en que los clubes más modestos tienen problemas para vender sus derechos televisivos para la próxima temporada. Celta, Valladolid, Racing, Osasuna, Mallorca, Zaragoza, Albacete y Málaga, de la Primera División, y los 22 clubes de la Segunda, no han conseguido todavía un acuerdo sobre la cesión de sus derechos a pesar de que aseguraban contar con una oferta de 104 millones de euros de la empresa Phedra Sport.

Sin embargo, como esta empresa no dispone de una ventana televisiva en España, los modestos están intentando negociar con Sogecable, que ya hizo una oferta de 83 millones de euros por los derechos del grupo, para intentar conseguir el dinero que solicitan para dar comienzo a la competición.

Audiovisual Sport, una empresa formada por Sogecable y TV3, ya tiene los derechos de algunos de los equipos con más peso en la Liga, como Real Madrid, Atlético, Deportivo, Valencia, Sevilla, Villarreal, Murcia, Real Sociedad, Barcelona y Espanyol.

Con el objetivo de presionar en las negociaciones y conseguir el apoyo de los equipos grandes, algo que finalmente no han conseguido, el grupo que integra a los clubes más pequeños económicamente había convocado la asamblea de la Liga para el día 22. En el orden del día de la reunión, ahora impugnada por los grandes, se incluía ratificar o suspender el acuerdo de paralizar el inicio de la competición, estudiar una propuesta de horarios unificados y someter a la autorización de la Liga la venta de los derechos internacionales.