El Pamesa, a un paso de la gran final tras vencer al Unicaja (62-76)

El Pamesa devolvió con creces el golpe recibido en el segundo partido de la serie de semifinales ante el Unicaja y anoche se situó a sólo un paso de la gran final. El conjunto valenciano, liderado por un Luengo majestuoso, rompió la magia del Martín Carpena en mil pedazos y ganó por 62-76 a un Unicaja espeso y desconocido.

Los azulejeros dominaron todo el partido hasta que una reacción de raza malagueña amenazó con provocar otro final de infarto: 52-52.

Pero entonces, Bozidar Maljkovic situó a sus hombres en zona y ahí se acabó el partido. Paraíso, Luengo y Montecchia consiguieron 9 puntos consecutivos tras 'clavar' tres triples (52-61) y el subcampeón de la ACB se quedó sin respuesta. El Pamesa supo controlar la situación y dar un giro de 180 grados a la eliminatoria, que ahora se pone muy a su favor. La euforia desmedida que había rodeado a la plantilla cajista se volvió en su contra. Tras vapulear al Pamesa en el segundo partido de la serie (75-91). La ansiedad con la que el Pamesa viajó a Málaga con el 1-1 en la eliminatoria se convirtió em el peor enemigo de un Unicaja lento, torpe, que no encontró nunca el camino del aro che.

Paco Olmos aprendió la lección del domingo y varió sus planteamientos para el tercer encuentro de la semifinal, que todos, tanto malagueños como valencianos, habían calificado como clave. Por eso, Olmos apostó por dos valores seguros, Paraíso y Luengo, en vez del griego Liadellis, mal en la serie, y el argentino Kammerichs, desconocido ante el Unicaja. De paso, relegó a Rodilla al ostracismo, del que sólo salió cuando Montechhia se cargó de faltas.

El resultado fue instantáneo. El 15-10 con el que los cajistas afrontaron la recta final del primer parcial tan sólo fue un espejismo. Cuando la intensísima defensa azulejera tomó confianza, el Unicaja se atascó, cayó presa en la tela de araña tejida por Olmos y vio cómo el partido se ponía muy cuesta arriba: 18-24.

Los hombres exteriores malagueños no encontraban huecos. Milan Gurovic no era el del pasado domingo. Sus compañeros tampoco. Sólo Ademola Okulaja encontraba su ritmo. El Pamesa, con un Luengo muy duro y eficaz, puso la máxima al descanso: 25-32.

El partido cambió tras la reanudación. Las defensas se volvieron menos pegajosas y Bullock, por fin, vio aro, con 9 puntos en un abrir y cerrar de ojos. La superioridad en el rebote mantuvo con ventaja al Pamesa (45-50 antes del último acto).

El Unicaja, consciente de la importancia del choque, salió a 'morder' en los últimos 10 minutos. 'Mous' Sonko tomó el mando para los cajistas y el choque se igualó: 52-52. Entonces, Maljkovic cometió un exceso de confianza al mantener una zona que apenas daba frutos. Los 'francotiradores' del Pamesa pusieron sus muñecas a funcionar, con mención especial para Víctor Luengo, y el tercer encuentro de la serie cayó de lado visitante, que ahora domina 1 2 y tiene en su mano el pase a la gran final.