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FÚTBOL | 35ª Jornada

El Madrid golea al colista y recupera la cabeza de la clasificación (4-1)

El Celta vence por 2-1 al Barcelona y reemplaza a los culés en el cuarto puesto de la tabla.- El Rayo vence en Las Palmas (0-2) y sueña con la salvación

El Real Madrid vuelve a ser el líder de la Liga a la espera del resultado que salga este domingo del enfrentamiento entre el Valencia y el Deportivo de La Coruña. Los madridistas han goleado por un contundente 4-1 al farolillo rojo de la clasificación, el Tenerife.

Los de Vicente del Bosque, que este sábado han jugado sin Zidane, lesionado, salieron al campo dispuestos a sentenciar el partido desde los primeros minutos, pero se encontraron con un Tenerife que, desesperado por la cercanía del descenso, peleó por todos los balones.

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Cuando tan sólo se habían disputado 15 minutos del partido, Roberto Carlos, de falta directa, abrió el marcador. Fruto de la ventaja en el marcador, los madridistas se relajaron durante varios minutos y dejaron que los tinerfeños se acercaran a la portería de César.

En el minuto 38, Javi Venta, aprovechando precisamente la mala colocación del portero merengue, igualó el marcador con una vaselina desde el borde del área. El empate, que no le servía a ninguno de los dos equipos, duró poco, ya que Figo, a los cuatro minutos volvió a desequilibrar la balanza para el lado del Real Madrid marcando gol a pase de Raúl.

La segunda parte fue un quiero y no puedo por parte del Tenerife, que no consiguió marcar en las oportunidades de las que dispuso. El Real Madrid, sin embargo, no perdonó y acabó, gracias a dos goles de Guti, confirmando su victoria y su primer puesto en la clasificación liguera.

El Barça cae en Balaídos

El Celta sigue vivo y dispuesto a conseguir un puesto entre los cuatro equipos que jugarán el próximo año la Liga de Campeones. El equipo gallego se ha impuesto este sábado a su rival directo, el Barcelona, por 2-1.

Aún así, para los catalanes lo peor no ha sido el resultado, sino las lesiones de Puyol y Rivaldo, que podrían perderse el partido de ida de la semifinal de la Liga de Campeones que les enfrenta el martes al Real Madrid.

El partido fue duro desde el principio. Los dos equipos se jugaban mucho y las faltas, fruto del nerviosismo y de la prioridad por no perder, fueron continuas. Después de varios tiros a puerta de Rochemback y de una mano de Cáceres en el áera que el árbitro no vio, llegó el primer gol gallego, obra de Mostovoi en una contra en la que el ruso acabó sólo ante Bonano.

A partir de ahí, las alternativas fueron constantes. El Barcelona buscó el gol, pero el Celta no renunció al ataque y buscó consolidar la victoria gracias al contraataque. Precisamente, después de una oportunidad gallega, Rexach se vio obligado a sustituir a uno de sus jugadores más en forma. Puyol, que fue reemplazado por Reiziger, su fue al banquillo antes del final de la primera parte con una elongación muscular.

En la reanudación el Celta salió dispuesto a sentenciar el partido. Gustavo López, que acababa de sustituir a Karpin, fue el encargado de poner el 2-0 en el marcador al marcar de falta directa en el minuto 62.

A partir de ahí, el Barcelona lo intentó, pero tan sólo el solitario gol de cabeza de Rivaldo, ya lesionado, en el minuto 89, subió al contador blaugrana.

El Rayo sueña con la salvación

El partido que enfrentaba al Las Palmas con el Rayo entra dentro de ese campeonato particular que disputan los últimos diez clasificados de la Liga para evitar el descenso de categoría.

Ambos equipos saltaron al campo tensos. Los canarios con la necesidad de asegurarse la permanencia y los madrileños con la urgencia de huir de los puestos de descensos. Fruto de esa tensión fue el desarrollo del partido, en el que los dos equipos demostraron, aunque lo intentan, apenas consiguen marcar un gol.

Tan sólo al final, con un gol de Corino en el minuto 90, consiguió el Rayo adelantarse en el marcador. En el tiempo de descuento, Peragón, de penalti, sentenció el partido y consiguió que los hombres de Gregorio Manzano empiecen a soñar con algo que muchos daban por perdido, la continuidad en Primera División.

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